Guionista, director de cine, monologuista, mago... Luis Piedrahita debuta ahora en el cuento con Diario de una pulga, en consonancia con su título de Rey de las cosas pequeñas, el punto de vista que ha elegido para contar 'las cosas más grandes'. Diario de una pulga es 'un cuento para niños y mayores', explica Piedrahita. En él relata las aventuras de Doña Sara Sarcopsila, empeñada en ir a esquiar a Baqueira Beret, y a quien recomiendan para ello que vaya al Congreso de los Diputados, 'donde hay mucha barba y perilla', o a un circo, 'dos sitios prácticamente imposibles de distinguir', señala el autor.

'Es un cuento que tiene pequeños guiños para adultos, para que el padre que lee a su hijo también disfrute con estas bromas inofensivas', explica Luis Piedrahita, a quien vemos ahora en televisión haciendo trucos de magia en El hormiguero (Cuatro), espacio del que también es guionista. Diario de una pulga (Espasa) se acompaña por disco con la suite musical El carnaval de los animales, de Camille Saint-Saëns, con narración del propio Piedrahita, quien ha tenido la 'responsabilidad' de seguir una serie iniciada por un cuento de José Saramago, La flor más grande del mundo, al que acompañó una composición musical de Emilio Aragón.

'Cuando Emilio Aragón me habló del proyecto, pensé que era el típico que nunca acaba de salir', explica Piedrahita, a quien le interesó contar 'la historia de alguien muy pequeño que tiene mucho por ver todavía, y desde un punto vista muy distinto al que estamos acostumbrados'.

Tras recorrer todo el planeta, la pulga acaba esquiando por el cuello de un cisne, algo que 'ningún diputado, por muchos amigos o dinero que tenga, podrá hacer', señala Piedrahita, quien confiesa que sigue viviendo de las cosas que se le ocurrían cuando era niño, porque ha elegido 'el punto de vista de las cosas pequeñas para ir a las más grandes, y la infancia, para eso, ayuda muchísimo'.

La inspiración para este especialista del monólogo -tiene tres libros con los suyos y todos los fines de semana pone en escena alguno en un teatro de la Gran Vía de Madrid- viene de la realidad, 'la cantera donde hay que ir a picar, aunque depende de cómo lleves de afilado el pico puedes encontrar joyas o granito'. En el humor 'es difícil innovar', dice Piedrahita, que ha encontrado un filón en esos ininteligibles prospectos de los más diversos productos, cuya traducción al español puede producir advertencias como de unos bombones que 'pueden contener restos de tuercas'.

Sí tiene claro que ahora mismo la televisión 'es el soporte humorístico por antonomasia; la gente que viene de fuera se sorprende de la cantidad de programas de humor que hay en España'; entre ellos destaca el de José Mota (La 1), 'espacio brillante, cumbre del humor, al nivel del de los mejores cómicos españoles'. Cree que hubo una sobresaturación del género del monólogo en televisión, y ahora está donde debe: 'Al inicio de los espacios de Pablo Motos (El hormiguero) y Buenafuente'.

Licenciado en Ciencias de la Comunicación, la magia le atrapó desde joven y también la llevó a la televisión, con tres temporadas de Nada por aquí, un espacio que dirigió y presentó y que por ahora no tendrá continuidad; 'tres minutos de magia pueden llevar tres años de ensayos', apunta el mago sobre la dificultad de no repetir números de magia.

El escritor y guionista sí ha dado continuidad a su faceta de director, tras su debut en La habitación de Fermat, junto a Rodrigo Sopeña, con quien ya tiene a punto el guión de su próximo proyecto conjunto, Golpe de efecto, un atraco a un banco 'original en el que no se utiliza ningún arma y donde se muestran las reacciones de atracadores y rehenes durante su encierro'.