Este artículo se publicó hace 16 años.
Macy Gray regresa a España "orgullosa de haber resistido en esta profesión"
Macy Gray se siente "orgullosa de haber resistido a los altibajos de esta profesión", que en su caso es algo más que la de cantante, es la de heredera y renovadora del sonido soul clásico gracias a una expresiva voz y a una inimitable forma de estar sobre el escenario, que desde mañana recorre varias ciudades españolas.
Nacida como Natalie McIntryre, decidió llamarse Macy Gray porque "sonaba a espectáculo", adoptando así una identidad artística que le ha dado "los momentos más locos y también los más tristes" de su vida, asegura a través de la línea telefónica a Efe.
Ahora presenta las canciones de su cuarto disco, "Big", que salió al mercado a principios de 2007, en tres ciudades españolas, mañana en el Teatro Cervantes de Málaga, un día después en el patio del Conde Duque de Madrid y en Barcelona -Pueblo Español- el próximo 23 julio.
Gray, que recuerda haber estado en dos ocasiones girando por España, promete al público español "un verdadero espectáculo de entretenimiento con el que se contagiarse de la diversión y felicidad" que ella misma siente junto a sus músicos cuando está actuando.
Su último trabajo discográfico, nueva combinación de funk, soul y algo de pop, nació como fruto de su colaboración y amistad con will.i.am, el líder de los Black Eyed Peas, con quien volvió a coincidir hace dos años "en un momento creativo y fructífero, que, de forma casual, se convirtió en un disco", en un trabajo que, gracias al músico, nada tiene que ver con el que ideó al principio del proceso creativo.
Han pasado casi diez años desde que Macy Gray conociera el reconocimiento unánime y universal con su debut "How life is". El culpable fue el tema "I try", que no puede faltar en ninguno de sus recitales.
"Esa canción me llenó de felicidad y cambió mi existencia completamente y lo hizo además de forma inesperada, porque a esas alturas de mi vida ya era madre de dos niños y, de repente, un día todo el mundo sabía de mí y de mi música", recuerda la intérprete de "Sexual revolution".
Y es que el éxito le llegó de forma casual, cuando comenzó a escribir temas para la banda de un amigo que se quedó sin su cantante.
"En ese momento no sentía que pudiera cantar, tuve problemas en mi infancia por lo particular que era mi voz, pero ahora me siento a gusto, y lo demuestro sobre un escenario", apunta la estadounidense.
Su primer disco tardó en llegar. Ella explica: "No sabía nada sobre esta industria, y tampoco tenía ni los recursos ni los contactos suficientes para lograr un contrato".
Ahora la entronizan con otras grandes divas del nuevo soul como Erykah Badu, otra de sus antiguas colaboradoras que acaba de actuar en el mismo escenario por el que Macy Gray pasará el lunes, el del Conde Duque madrileño.
"Siempre insisten en colocarnos en la misma categoría musical, supongo que lo harán con todo el mundo que recupere la esencia de ese sonido -defiende-, pero no estoy segura de que lo que hagamos sea sólo 'nuevo soul', aportamos mucho más".
Su reto no es otro que el de combinar estilos. "Unir diferentes ideas e influencias en un modo de interpretar que pueda reconocerse como mío y que haya creado yo", dice.
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