La determinación de Barack y Michelle Obama de mantener el ambiente en el que están creciendo sus hijas en Chicago, les ha llevado a pedir a un quinto miembro de la familia que se mude con ellos a Washington, la abuela Marian Robinson.

La madre de Michelle, viuda y que trabajó como secretaria de banca, se ha estado ocupando del cuidado de Malia, de 10 años, y Sasha, de siete, durante las continuas ausencias de sus padres por la campaña electoral.

Ahora la familia ha pedido a la abuela que abandone su pequeño apartamento en Chicago, en el mismo edificio en el que creció Michelle, y se traslade a la capital estadounidense, informó la cadena ABC, de lo que se han hecho eco otros medios, como The New York Times.

Hasta el momento, la familia Obama no ha contratado a una cuidadora para las niñas, y no piensan hacerlo en la Casa Blanca, según ABC.

No se ha informado todavía si la abuela vivirá con ellos en la Casa Blanca o en otra vivienda, aunque parece claro que estará cerca y con disponibilidad para trasladarse a la residencia oficial cuando Barack y Michelle Obama lo necesiten.

La presencia de la madre de Michelle ayudará a que, pese al cambio de ciudad, las niñas puedan preservar parte del entorno familiar del que han disfrutado hasta ahora.

Pese a la vorágine en que se ha convertido sus vidas en los últimos años, Michelle Obama ha tratado siempre de que sus hijas tengan una existencia común, como el resto de los niños de su edad.

Con su llegada a la Casa Blanca, ello va a cambiar, no solo por el aumento de las medidas de seguridad, sino por el cambio de entorno a la que se va a someter a las pequeñas, con nuevos amigos y nuevo colegio.

En lugar de construir una nueva red de amigos, los Obama probablemente preferirán trasladar a parte de los suyos a Washington, en un intento por no abandonar el ambiente protector que se han creado en Chicago, señala The New York Times.