El Madrid gana, otra vez, con apuros al Fuenlabrada

El Real Madrid resolvió con apuros (88-84) pero con indiscutible mérito un partido ante el Alta Gestión Fuenlabrada, que se iniciaba con malos presagios para los blancos.

El equipo capitalino se presentó con la baja de su mejor jugador, Felipe Reyes; el anuncio oficial de despido del base argentino Pepe Sánchez y enfrente tenía un rival, el Alta Gestión Fuenlabrada que, en su feudo, esperaba con el cuchillo afilado para hacer sangre y, de paso, meterse de lleno en la lucha por entrar en las eliminatorias por el título.

El prefacio del encuentro, para más inri, no pudo ser peor para el equipo dirigido por Joan Plaza: 8-0 de parcial. La respuesta, contundente y a la altura de su historia, 0-18 en una feroz contrarreplica liderada por un Axel Hervelle muy acertado en ataque y un más que espeso conjunto local en la misma faceta.

Tras los dos minutos de descanso, el Fuenlabrada cerró la vía de agua agarrándose al suelo en defensa. El acierto desde más allá de la línea de tres hizo el resto para igualar la contienda y concluir en tablas al descanso (37-37).

La reanudación fue baloncesto en estado puro, espectáculo que ya prometían antes del choque el segundo y cuarto mejores ataques de la Liga.

La 'dimisión' del futuro madridista y actual escolta estadounidense del Fuenlabrada. Brad Oleson, fue provocada, primero por la defensa a la que fue sometido por un constante Louis Bullock, pero el también escolta norteamericano es mucho más que eso, sobre todo es un depredador. 'Sweet Lou' (su apodo) anotó 14 puntos en el tercer cuarto y cinco, decisivos en el último.

La réplica en un equipo que jamás iza bandera blanca y menos en casa, el Fuenlabrada, la dio el escolta asturiano Saúl Blanco, que tras firmar un partido para enmarcar, ya que a su anotación le sumó 10 rebotes, falló dos tiros libres decisivos que alejaron a su equipo de la victoria, todo ello unido a una pérdida de balón absurda del pívot georgiano Nikoloz Tskiitishvili.

A todo esto, antes el belga Tomas Van der Spiegel y, ya en la segunda parte, el estadounidense con pasaporte macedonio Jeremiah Massey se encargaron se suplir la ausencia del añorado Reyes.

Por cierto, si Massey jugará siempre así el Madrid optaría al título en la Liga ACB, objetivo complicado a pesar de su triunfo de hoy. Al Fuenlabrada le queda el sinsabor de haber perdido muchas opciones de meterse entre los ocho primeros, pero el orgullo de una temporada que, termine como termine, es ya para ponerle un marco.