Este artículo se publicó hace 14 años.
Madrid no descarta que el Ejército conduzca el Metro
Ignacio González, vicepresidente de la Comunidad de Madrid, busca la solución que tomó el franquismo en 1976
El Gobierno de Madrid no descarta que haya que pedir ayuda al Ejército para que los militares conduzcan los convoyes de Metro, en caso de que continúe la huelga que los trabajadores llevan a cabo desde el pasado lunes y se sigan incumpliendo los servicios mínimos.
Así lo ha anunciado este miércoles el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, en una entrevista en Telemadrid, donde ha dicho que "desconoce si es posible" que los militares condujesen los trenes de Metro durante la huelga, pero que la medida "no sería descartable" si se siguen incumpliendo los servicios mínimos.
Asimismo, ha confirmado que Metro de Madrid está negociando con empresas privadas de autobuses para contar desde mañana, 1 de julio, con una flota de vehículos que cubra los mismos itinerarios de las diferentes líneas de la red del suburbano.
Ha confesado que en el Gobierno de Madrid "nunca pensamos que los trabajadores iban a hacer un ejercicio de irresponsabilidad como éste, incumpliendo una obligación que exige la ley".
Insiste en que la huelga es "una acción teledirigida" contra Aguirre
A juicio del vicepresidente, resulta "evidente" que detrás de esta huelga hay "una acción teledirigida contra el Gobierno de Esperanza Aguirre" pues estima que "no es normal que con la situación de crisis que vivimos, resulte que la primera huelga salvaje" sea contra el Ejecutivo regional.
Según ha opinado González, finalmente no será posible abrir la línea 8 de Metro hasta el aeropuerto de Barajas porque los sindicatos "se han negado y han proferido amenazas contra los esquiroles, que no son más que trabajadores que quieren ejercer su derecho al trabajo".
A pesar de ello, ha agradecido al Ministerio de Interior "su disposición de colaborar" para garantizar la seguridad de viajeros y trabajadores si fuese posible abrir alguna línea de Metro.
El vicepresidente ha lamentado que en esta huelga los piquetes estén siendo "muy agresivos" y que haya trabajadores que no se atrevan a acudir a su puesto "por miedo a posibles agresiones físicas", lo que ha advertido que supone llevar el ejercicio de un derecho "a actividades que entran en el ámbito penal".
En su opinión, "va a ser muy difícil desconvocar la huelga" porque los trabajadores de Metro se siguen negando a asumir la rebaja salarial que se ha aplicado a los empleados públicos y también a los de las empresas privadas para ayudar a paliar la crisis económica.
Asimismo, ha criticado al líder del PSM, Tomás Gómez, por posicionarse ayer a favor de los trabajadores de Metro en el ejercicio de su huelga, ya que ha dicho que ha incurrido en la "doble contradicción de tener que oponerse a todo lo que haga el Gobierno de Esperanza Aguirre, porque sí, y de estar condicionado por el Gobierno de Zapatero".
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