El Real Madrid quiere llevar la semifinal de nuevo a Vitoria, en el que sería tercer y definitivo partido, para lo que es ineludible ganar mañana en Vistalegre a un Tau que superó en todos los terrenos al equipo de Joan Plaza en el primer enfrentamiento de la serie.

El Real Madrid tiene claro cuales fueron sus 'pecados' en Vitoria en el 1-0 del Tau: sus bajos porcentajes en los lanzamientos triples y las concesiones de segundas y terceras oportunidades al ataque de los de Vitoria, tras no asegurar el rebote defensivo.

El problema es poner freno a estas cuestiones, pues no es tan sencillo como formularlas. El Tau es un equipo rocoso y sin apenas fisuras en su juego, con Prigioni, Rakocevic y Splitter como columna vertebral, bien acompañados por Vidal, Mickeal y McDonald, entre otros.

Splitter y McDonald hicieron y deshicieron a su antojo bajo los aros, con un Felipe Reyes que pasó mucho más inadvertido que en otras ocasiones. El concurso del capitán será, pues, más trascendental que nunca.

La puntería de Rakocevic se intentará rebajar a base de defensa y de la eficacia de Louis Bullock en ataque, mientras que otro objetivo prioritario del Real Madrid será frenar los caminos habituales de Prigioni, impidiendo que marque el tempo del partido. Algo en lo que Llull volverá a ser fundamental.

El Real Madrid sabe que está ante un auténtico 'match-ball'. Si pierde habrá terminado la temporada. En estas condiciones y con el apoyo de Vistalegre, el Madrid ha podido superar obstáculos muy grandes y ganar partidos que parecían perdidos en los últimos minutos.

El Tau lo vivió en sus carnes cuando perdió en partido de la segunda vuelta de la ACB, el pasado 14 de febrero en Vistalegre por 81-79.

Joan Plaza tiene a todos sus efectivos en disposición de jugar, aunque a estas alturas de temporada quien más quien menos arrastra lesiones, golpes y cansancio.

"No nos hemos planteado la posibilidad de que nuestra temporada acabe mañana. Queremos volver a Vitoria y jugarnos el pase a la final contra el Tau en su campo", palabras de Louis Bullock.