Este artículo se publicó hace 15 años.
La mala fama de los Mossos se achaca al alto nivel de control
No hay denuncias desde que hay videocámaras en comisarías, según Amnistía
En los últimos meses, los juicios contra agentes de los Mossos dEsquadra por malos tratos o tortura se han sucedido hasta convertirse en algo extrañamente habitual. A pesar de eso, diversas entidades y representantes policiales rechazan de plano que la Policía catalana sea peor que el resto de cuerpos españoles.
"Si en todos los cuerpos aplicáramos los controles de los Mossos, habría un porcentaje equivalente de denuncias". Quien habla así es José Manuel Sánchez Fornet, secretario general del Sindicato Unificado de Policía. "Su sistema de control interno es muy riguroso, mejor que el de otros cuerpos", dice. En la misma línea se expresa Juan Antonio Delgado Ramos, portavoz de la Asociación Unificada de la Guardia Civil: "Lo único que prueban los juicios es que tienen controles que funcionan bien".
Delgado Ramos recuerda que la Policía catalana fue pionera en introducir cámaras de videovigilancia e indica que "las mejores unidades en materia de derechos humanos y xenofobia son las suyas".
Más sensibilidad
El Centro de Documentación contra la Tortura ofrece otra explicación al fenómeno de las denuncias en Catalunya. "Tenemos probado que allí donde hay más entidades que trabajan por los Derechos Humanos es donde más denuncias hay", dice Jorge del Cura, miembro de la entidad. "Catalunya es una sociedad muy sensibilizada con este tema y allí las víctimas tienen más mecanismos para denunciar", añade.
La presidenta de Amnistía Internacional en España, Eva Suárez, afirma que la tortura se da en todos los cuerpos, aunque recuerda que desde que los Mossos introdujeron videocámaras en sus comisarías en 2007, no han recibido ninguna denuncia por hechos ocurridos en sus dependencias.
La instalación de estos dispositivos propició en su día una agria polémica entre los sindicatos de los Mossos dEsquadra y la Conselleria de Interior, dirigida por Joan Saura, de Iniciativa per Catalunya Verds. "Siempre hemos sentido una falta de apoyo institucional", dice Valentí Anadon, del sindicato más representativo de la Policía catalana, quien recuerda que "para trabajar es necesario un plus de credibilidad y presunción de inocencia ante nuestros mandos".
Fuentes de Interior, sin embargo, rechazan estas acusaciones y recuerdan el apoyo jurídico del que han gozado los agentes imputados. "Lo que notamos es que a los Mossos los miran con lupa", explican desde el Departamento. Otras voces apuntan a que parte del problema que han vivido los Mossos dEsquadra radica en que los conflictos del Departament se han utilizado como arma arrojadiza contra el conseller Saura.
Nadie niega que los agentes que incurren en malas prácticas deben pagar por ello. Y Miquel Sellarès, uno de los padres del cuerpo, es quien va más lejos en su autocrítica: "Durante años se corrió mucho y puede que entraran centenares de policías que nunca tendrían que haber ingresado".
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