Este artículo se publicó hace 15 años.
Maliki dice que el rechazo a la ley electoral "amenaza" el proceso democrático
El primero ministro iraquí, Nuri al Maliki, calificó hoy el rechazo del vicepresidente Tarek Al Hashemi a la ley electoral de "amenaza peligrosa" para el proceso democrático.
En un comunicado de su gabinete, Maliki reaccionó así a la oposición de Hashemi a la ley electoral, aprobada la semana pasada tras meses de negociación y que podría poner en duda que las elecciones se celebren el próximo enero.
"El pueblo iraquí, que se alegró por el éxito de la aprobación por el Parlamento de la ley electoral, se sorprendió por el rechazo de la ley, una cuestión que supone una amenaza peligrosa para el proceso político y democrático", declaró.
Añadió que la actitud de Hashemi, que pide entre otras cosas cambiar el reparto de diputados asignados a los iraquíes desplazados del 5 al 15 por ciento, "no tiene fundamentos constitucionales ni sirve a la reconciliación nacional".
Maliki insistió en su apoyo a la decisión parlamentaria y llamó al Consejo Supremo Electoral a continuar con las preparaciones de cara a la celebración de las elecciones en la fecha fijada, "sin retrasos y sin que se vea afectada por este rechazo".
Igualmente, hizo un llamamiento a las diferentes fuerzas políticas a seguir con su trabajo y "a terminar con las exigencias políticas para participar en los comicios".
También pidió al Parlamento celebrar una reunión urgente para confirmar la celebración de las elecciones el 21 de enero, como está programado.
Hashemi volvió a oponerse hoy a la ley electoral, después de que el lunes señalase que "no es justa para un amplio sector de los iraquíes en el extranjero y los que fueron obligados a abandonar el país en contra de su voluntad, es decir los desplazados al exterior", unos cuatro millones de ciudadanos.
Tras su aprobación en el Parlamento, la ley electoral debe ser refrendada por el Consejo Presidencial, formado por el presidente, Yalal Talabani, y sus dos vicepresidentes: el propio Hashemi (suní) y Adel Abdel Mahdi (chií).
Las duras críticas de Hashemi coinciden con las amenazas proferidas ayer por el Gobierno de la región autónoma del Kurdistán iraquí de boicotear las elecciones generales si no se revisa el número de escaños que corresponde a cada provincia.
"En caso de que no se revise la cuestión de la asignación de escaños por provincia, el pueblo del Kurdistán se verá obligado a no participar en estas elecciones", aseguró ayer Fuad Husein, presidente del gabinete de la presidencia del Kurdistán.
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