Un manual de instrucciones para adictos al cómic

Si algo ha hecho famoso a Scott McCloud ha sido su capacidad de explicar los entresijos del arte de la viñeta por mediación de otros cómics. Para este estadounidense, la historieta es un instrumento, una herramienta útil para explicar cualquier concepto por complicado que parezca. Así una simple tira puede desvelar los misterios de un sistema informático o salvar la vida del que busca una salida de emergencia en un avión. Todo es posible.

El autor sostiene que un medio tan versátil debería entrar en las escuelas. Las estadísticas hablan: un 73% de los universitarios españoles leían tebeos en la infancia, un registro superior al estadounidense, que roza el 40%, aunque muy lejano del casi 100% japonés que anhela McCloud.

Él fue uno de los primeros occidentales en beber del Manga, allá por los años 80. Recuerda que estaba en la Universidad cuando un ejemplar de Osamu Tezuka cayó en sus manos. "Me enamoré inmediatamente", recuerda McCloud. Años después, cuando terminó sus estudios y encontró un trabajo en Nueva York, la casualidad le llevó hasta una librería japonesa en pleno corazón de Manhattan, cuya segunda planta estaba repleta de cómics Manga sin traducir.

No dejó pasar la oportunidad de empaparse de un arte que para él es perfectamente aplicable a las culturas europea y estadounidense, pues "Manga, tebeo o cómic son el mismo medio para explicar ideas, como en su día Kurosawa, Hitchcock o Truffaut utilizaron el cine para contar historias".

Internet también ha llegado al mundo de las viñetas, pero no del modo que McCloud esperaba. El dibujante ansía la creación de un formato radicalmente nuevo, un soporte que permita olvidar el papel, elemento que aún separa cómic y tecnología.

"Es como si se hubieran casado el cómic y el ordenador pero con ellos todavía está en la cama el ex marido, que es el papel". Y aunque desea que al "ex marido" le vayan bien las cosas, espera que los más jóvenes (los que hoy están por debajo de 20 años y que han crecido con ambos formatos) lleven a cabo la revolución que los mayores no han podido lograr.

Diversidad es la clave para el futuro. McCloud ve el presente como un ecosistema en el que todos los estilos se entremezclan y conviven proporcionando riqueza y creatividad al cómic. Una riqueza clave para mantener la salud del mercado en el que, por el momento, él es todo un peso pesado.