El arquitecto Rafael Manzano Martos se muestra "muy en desacuerdo" con el momento actual de la restauración del patrimonio histórico-artístico; cree que cada momento tiene su forma de intervenir y, en este sentido, considera que la ampliación del Museo del Prado es "una absoluta aberración".

Manzano Martos, también miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, se ha pronunciado hoy así tras pronunciar una conferencia dentro de las XIV Jornadas Internacionales de Intervención en el Patrimonio Histórico-Artístico, que se celebran en Logroño.

Ha criticado que "el arquitecto utilice el monumento para integrarlo en su obra" y ha enfatizado en que la función del arquitecto en la restauración del patrimonio debe ser integrar su obra en el monumento ya existente.

Manzano Martos ha reclamado "profesionalidad" al arquitecto y ha asegurado que en los últimos años "el 'divismo', aplicado a la restauración, ha hecho mucho daño".

En su opinión, los "divos" de la arquitectura son los que "toman el monumento y lo utilizan en su propio beneficio para que éste sea parte de su obra genial", con lo que ha apostillado su crítica a "la teoría de que el monumento sea una obra de nuestro de tiempo y conserve fragmentos de la obra del pasado".

En la misma línea, el arquitecto catalán Carlos Ferrater, ha opinado que "en la intervención de una obra del pasado, el protagonismo del arquitecto tiene que quedar de lado respetando todos los elementos".

Ferrater también se ha mostrado partidario de que, tras la intervención del arquitecto en un edificio antiguo, la presencia de este profesional "no se aprecie" en el monumento, porque, de lo contrario, confiesa: "empezaría a dudar de esa intervención".

Para Carlos Sánchez, coordinador del Programa de Cooperación de la Junta de Andalucía en la ciudad marroquí de Xauen, actualmente se ha dado la categoría de monumento a "edificios que no lo son".

A su juicio, "no es lo mismo una intervención en monumentos de gran valor, que en otros que no lo tienen tanto".