Este artículo se publicó hace 16 años.
Los maoístas dan la sorpresa encabezando el escrutinio de la votación del jueves
En su primera prueba en las urnas desde 1991, la antigua guerrilla maoísta de Nepal encabeza hoy el escrutinio del voto de las elecciones del jueves, un resultado que supera los pronósticos y confirma el profundo deseo de cambio de los nepalíes.
Pese a los 13.000 muertos durante la década de guerra que siguió al levantamiento armado maoísta en 1996, durante la que los guerrilleros fueron acusados de innumerables violaciones de los derechos humanos, el electorado parece haberles otorgado el crédito de la paz.
De momento, la Comisión Electoral sólo ha completado el recuento de votos en 12 de las 239 circunscripciones, y los maoístas han obtenido la victoria en siete, seguidos del Partido del Congreso (NC) del primer ministro Girija Prasad Koirala en tres, y por los marxistas-leninistas en dos.
El escrutinio está en marcha en otras 137 circunscripciones, con los maoístas liderando en 69 de ellas, según datos aún muy parciales recogidos por la agencia "Nepalnews" en su página web.
De acuerdo con esos datos, el NC encabeza en 27 circunscripciones y el Partido Comunista Marxista-Leninista (UML) en 24.
Tres grupos representantes de la importante minoría "madheshi" de la llanura meridional de Terai van en cabeza en 14 circunscripciones, el izquierdista Partido de los Trabajadores y los Campesinos en dos, y el partido regionalista anti-madheshi lidera en una.
Este resultado, que corresponde a 239 escaños elegidos por sistema mayoritario y aún puede alterarse cuando se computen los 335 del proporcional, ha sorprendido a los nepalíes.
Las encuestas previas a las elecciones daban al UML el mayor número de apoyos, seguidos del NC y los maoístas, pero con casi la mitad de los encuestados indecisos.
Aparentemente, el voto de los indecisos se ha decantado por el Partido Comunista-Maoísta, que se reincorporó a la escena política a fines de 2006 tras firmar un acuerdo de paz con el Gobierno del NC y sus socios, entre ellos el UML.
En los comicios de 1991, los maoístas habían quedado terceros.
"Los resultados reflejan un rechazo a las políticas anticuadas del Partido del Congreso y el UML, de las viejas caras que han estado en el poder durante más de una década", observó a Efe el analista político Deepak Thapa.
Los maoístas se niegan, sin embargo, a aceptar hoy que su empuje en las urnas haya sido una "sorpresa".
"No era inesperado. Es (un resultado) natural", declaró a la prensa el portavoz del partido, Krishna Bahadur Mahara.
El voto refleja "un apoyo al eslogan por un nuevo Nepal, es un voto por un cambio total", interpretó, para defender que el suyo es un "partido democrático" pese a que las suspicacias que despierta.
Los maoístas, sobre todo su liga juvenil, han protagonizado numerosas agresiones e intimidaciones a votantes durante la campaña, aunque también han sufrido la mayoría de las 23 víctimas en los enfrentamientos.
Para Thapa, si los maoístas finalmente se alzan con la victoria, el futuro se presenta "incierto" porque "sus políticas no están muy claras".
"Tendrán que darse cuenta de que el apoyo (en las urnas) no procede sólo de su militancia, sino de otras clases y partidos", resaltó.
Ese voto "prestado" debería llevarles, dijo, "a moderar sus políticas para cumplir con los deseos de todos los electores que los han apoyado".
Con una participación estimada del 60 por ciento, considerada alta para un país que aún vive en el temor y la tensión política, los maoístas parecen haber movilizado buena parte del voto joven, mayoritario en estos comicios.
Un 49 por ciento de los 17,6 millones de votantes tiene menos de 35 años y anhela prosperidad, para no tener que seguir el camino de los cuatro millones de nepalíes que trabajan en el extranjero.
Un líder del gran perdedor de estos comicios, el UML, rehusó a Efe comentar los resultados.
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