El entrenador de la selección argentina de fútbol, Diego Maradona, se siente maltratado y perseguido pero afirma que está concentrando en su trabajo, familia y en el apoyo de la "gente común".

Maradona, que se presentará el domingo ante un comité disciplinario de la FIFA por los insultos dirigidos a los periodistas después de que Argentina venciera por 1-0 a Uruguay en el último partido de la eliminatoria para el Mundial de 2010, dijo al diario español Marca que muchas personas quieren perjudicarlo.

El entrenador indicó que ya ha tenido que afrontar anteriormente que se digan cosas malas sobre él, y señaló que en el fútbol hay personas que hacen cosas terribles, según la entrevista publicada por el diario español.

"A mí por la calle la gente me muestra mucho cariño, me saluda y me quiere como siempre. Yo me fijo en eso, en la gente sin micrófono, no en lo que dicen los medios de comunicación", expresó, agregando que se ha refugiado en su equipo, en su familia y en el respaldo de sus hijas.

Maradona podría estar ausente en algunos partidos del Mundial 2010 si la FIFA decide finalmente aplicarle una sanción por su conducta tras la victoria en Montevideo, que aseguró a Argentina su presencia en Sudáfrica.

El técnico argentino se dirigió hacia sus críticos inmediatamente después del pitido final ante Uruguay, profiriendo, todavía en el campo, un discurso cargado de insultos que repitió posteriormente en una rueda de prensa, que fue transmitida en directo por varias cadenas de televisión.

El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, anunció dos días después que se abrirían procedimientos disciplinarios contra el entrenador.

"Si alguien lo toma a mal, que lo tome a mal", manifestó Maradona.

"Yo dije lo que dije y es así. El domingo voy a ir (a la audiencia) y a decir lo que tengo que decir a la FIFA, y ya está", agregó.

El polémico entrenador, que fue campeón del mundo como jugador en 1986 fue duramente criticado por las derrotas ante Bolivia, Ecuador, Brasil y Paraguay dentro de la eliminatoria sudamericana, que llevaron a Argentina al borde de no poder jugar un Mundial por primera vez desde 1970.

La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) también envió un informe a la FIFA, diciendo: "Maradona estaba actuando bajo un estado de emoción violenta generado por los argumentos de los periodistas días antes del partido (con Uruguay)".

Maradona comparó su situación con la del técnico de la selección de México, Javier Aguirre, que en julio fue sancionado con tres partidos de sanción por la entidad que rige el fútbol en su región, la CONCACAF, después de una pelea con el jugador panameño Ricardo Phillips durante un encuentro de la Copa de Oro.

"Dije en broma que si hubiese dado una patada como hizo Aguirre contra Panamá, me habrían sentenciado a cadena perpetua", sostuvo Maradona.