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María Barranco recibe el "Premio Hércules", homenaje a su carrera, en el Festival de Tánger

EFE

La actriz María Barranco recibe hoy en Tánger el "Premio Hércules" a toda su carrera con la satisfacción de seguir trabajando en un medio que todavía le divierte y el orgullo de haber actuado para grandes nombres del cine español.

"Soy una mujer con suerte y satisfecha porque he tenido la oportunidad de trabajar con gente muy importante que después ha pasado a ser mi amiga", dijo a EFE antes de recibir un homenaje en el Festival de Cine Español en Tánger.

En la carrera de esta malagueña nacida en 1961, que se inició en el mundo del espectáculo hace más de veinte años, en una época en la que "ser actriz parecía que era como dedicarte a la vida alegre", figuran directores como Pedro Almodóvar, Imanol Uribe, Fernando Trueba o Manuel Gómez Pereira.

De la fama lograda con Almodóvar en "Mujeres al borde de un ataque de nervios" (1988) pasó luego por películas como "¡Átame!" (1990), "Todos los hombres sois iguales" (1994), "La niña de tus ojos" (1998) o "Atún y chocolate" (2004), largometrajes que conforman una firme trayectoria.

"No te acuestas pensando ay, todo lo que he hecho. Lo que pasa es que después, cuando ves los títulos, a veces dices ostras, pues no me he dado cuenta de que ha pasado este tiempo y de que ya se ha acumulado un currículum", aseguró Barranco.

Durante los ocho días que ha durado la primera edición del certamen cinematográfico en la localidad marroquí de Tánger el público ha tenido la oportunidad de recordar o descubrir películas como "Mujeres al borde de un ataque de nervios", la responsable, a su juicio, de que hoy se la reconozca como actriz.

En la retrospectiva seleccionada se han proyectado también "Todo por la pasta", el primer thriller del cine español, según ella, "donde los tiros sonaban de verdad a tiros", y otras como "El efecto mariposa" y "Rosa Rosae".

Son historias de las que asegura sentirse "muy orgullosa", al igual que se muestra satisfecha de haber sido partícipe de otras que aunque no han tenido cabida en el festival son muy "válidas" para ella, como "Bwana" (1996), "que se adelantó a su época, con esa desgracia de las pateras que sufrimos ahora".

La actriz aludió también a la capacidad del cine de "unir" y evitar el desconocimiento entre países como España y Marruecos, de los que sostiene que a pesar de que están muy cerca y tienen "muchas cosas en común, son unos grandes desconocidos".

"La única manera de unirnos es conociéndonos, y te conoces a través del cine, de la cultura, de ver cómo es la gente, las calles, lo que se come. Creo que si se invirtiera más en esto y en educación nos haríamos menos daño" sostuvo la malagueña en conversación con EFE.

Las más de 30 películas a sus espaldas y los dos Goyas a la mejor actriz de reparto, conseguidos en 1989 y 1990 por "Mujeres..." y "Las edades de Lulú", respectivamente, no evitan sin embargo que a pesar de seguir divirtiéndose afronte cada uno de sus nuevos proyectos con los miedos de sus inicios.

"Me enfrento con las mismas inseguridades del principio. Siempre pienso ¿Y éste me saldrá bien?, pero creo que si se pierde la ilusión, ya no en mi trabajo, sino en cualquiera, las cosas no se pueden hacer bien".

Ese miedo le entró también cuando se aventuró en su último trabajo, la obra de teatro "Móvil", una historia sobre la incomunicación dirigida por Miguel Narros y escrita por Sergi Belbel, con la que actualmente está de gira por España.

"Estoy muy contenta de mi vuelta al teatro porque ha sido una espinita que me he quitado. Pensaba que no era lo mío. Empecé ahí, pero luego mi carrera ha sido más cinematográfica y llega un momento en el que te dices no sé si serviré para esto", indicó la actriz, poco antes de remarcar que ese retorno "ha sido una gozada".

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