Este artículo se publicó hace 17 años.
"Maridos", Mastretta juega con el amor y el azar ante un tablero de ajedrez
Ángeles Mastretta ha hecho girar su nuevo libro, "Maridos", alrededor de dos tipos de hombres: los que su lealtad y fidelidad está a prueba, y los que su lealtad y fidelidad no esperó nunca nadie. En ambos casos, la escritora mexicana reflexiona sobre las consecuencias que provocan el amor y el azar.
Mastretta (Puebla, 1949) ha dado forma a medio centenar de relatos que tienen como hilo conductor la conversación entre el personaje de Julia Corzas, a quien la escritora dedicará posiblemente su siguiente libro, y su amante mientras juegan una partida de ajedrez.
"Los buenos ajedrecistas me han dicho que no se puede hablar mientras se juega", ha explicado la escritora telefónicamente a Efe desde su casa en México, DF, pero ella creció con unos abuelos que "jugaban al ajedrez para conversar y yo me sentaba debajo de la mesa y me iban dando las fichas que perdían".
Aunque el título de "Maridos" (Seix Barral) ha parecido a algunas personas "un poco agresivo", ella no comparte esa opinión, pues considera que "todo el mundo es marido alguna vez sólo con que tu ánimo se case con alguien".
Y Julia Corzas relata las historias de amor y desamor de unas mujeres que "me han ido pasando por el frente y algunas que me las he sacado quién sabe de donde", ha destacado esta autora que lleva 30 años con su pareja, también escritor, -"es un marido eterno"-, y con el que tiene "dos hijos, un perro y dos casas".
A la escritora y periodista mexicana le encanta la definición de la palabra "marido" del diccionario de la Real Academia Española: "Hombre casado, con respecto a su mujer", aunque las mujeres de sus relatos no siempre puedan quitar la "c" de la palabra "respecto".
Mexicanas, españolas o libanesas, ninguna puede esperar la fidelidad de su pareja. Mastretta cree que el hombre cumple lo que decía un amigo suyo: "yo no soy fiel, la fidelidad es una actitud canina, yo soy leal".
"Todas estas mujeres con maridos borrachos y pegalones no esperaban nada de ellos, de preferencia que desaparecieran", señala Mastretta. Sin embargo, el humor lo aplica también la autora a estas situaciones: "Lo que más le disgustaba no es que su marido tuviera una novia fea, sino que fuera tan fea la novia de su marido".
Ángeles Mastretta, que durante diez años publicó en prensa una columna titulada "Del absurdo cotidiano", ha introducido detalles de sí misma en las historias de este libro. La mujer que "tenía un juanete como quien tiene un volcán" o aquella que perdió un reloj en el "hotel de otros deseos" son trocitos de vida de esta escritora que cree que "el amor no se busca, se encuentra".
La media naranja que aparece en la portada de su libro "es casi una intelectualidad, te hace pensar en la condición platónica que puede tener el amor", subraya.
Ángeles Mastretta, para quien "la literatura y la música son parientes, al menos en mi cabeza", se encuentra dividida en la actualidad entre la presentación de "Maridos" y la supervisión del rodaje de la película que se rueda en México sobre su primera novela, "Arráncame la vida", y cuya fotografía corre a cargo del español Javier Aguirresabore.
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