Este artículo se publicó hace 16 años.
Marihuana real
Portugal desarrolló plantaciones de ‘cannabis sativa’ en Brasil en el siglo XVIII
¿Qué pasaría si el vicepresidente de una de las principales potencias mundiales decidiese plantar cannabis sativa a mansalva? ¿Y si escogiese a un sacerdote experto en horticultura para garantizar el éxito de las plantaciones? ¿Cuántos pondrían el grito en el cielo?
En el inicio del siglo XVII, cultivar y hacer comercio con el cannabis era una moneda de cambio normal. Y más en un reino visionario como el de Portugal, que expandió sus redes oceánicas por todos los continentes como potencia colonial.
Un libro, Conflictos coloniales, del historiador brasileño Nireu Cavalcanti (todavía iné-dito en España), desvela el intenso romance de la corona portuguesa con la marihuana. No sólo saca a relucir que la primera potencia marítima de la historia tenía una relación intensa con esta planta y con su fibra. El autor incluso afirma que el poderío naval portugués le debe mucho a la fibra obtenida de esta planta, que era utilizada en la construcción de velas, cuerdas y otras partes de las embarcaciones.
‘Mr. Cannabis'El ya polémico libro revela que el virrey Luis de Vasconcelos (1779-1790) fue el encargado de dar el empujón definitivo a las plantaciones del cannabis real. De Vasconcelos incentivó para ello la creación de una institución de la monarquía en Cangussú, en el interior del estado de Río Grande del Sur. Una plantación de marihuana, además, gestionada directamente por la Corona.
El padre Francisco Rodrigues Xavier Prates -"naturalista y conocedor del cultivo y la extracción de la fibra del lino-cáñamo", según lo describe el libro- fue nombrado responsable de la extracción de esta planta, Mr.Cannabis, por nombramiento directo del virrey. Cavalcantti dijo recientemente al diario O Globo que en 1789 la semilla del cannabis sativa era utilizada como planta medicinal.
Además, para quitar hierro a la participación marihuanera de la corona, el historiador asegura que existen pocas referencias al uso estupefaciente de la sustancia.
Un sacerdote naturalista fue el responsable de cuidar la extracciónOtros historiadores, apunta el diario O Globo, sostienen por el contrario que la marihuana entró en Brasil antes de la iniciativa oficial, a bordo de navíos negreros. Algunos llegan a apuntar que era utilizada como estupefaciente en dichas embarcaciones. Y que de ahí pasó a los ritos de candomblé de herencia africana.
La novedad del libro Conflictos coloniales reside en el redoblado apoyo de la Corona al cannabis sativa. "Sólo a partir del momento en el que el Estado resuelve asumir la producción, la cosa avanza", declaró a O Globo el historiador. De hecho, la plantación divina de Xavier Prates fue un rotundo éxito. El carguero Ulises llegó a Lisboa el 4 de abril de 1789 con 472 arrobas de lino-cáñamo.
Innovación y coronaPero el cannabis sativa fue objeto de codicia por parte de la corona portuguesa mucho antes de su exitosa experiencia de Cangussu. En la crónica La tierra graciosa (también todavía inédita en España), Nireu Cavalcantti da detalles suculentos y desvela los primeros pasos tomados por la monarquía. La postura de innovación de la corona tiene varias referencias en el libro: "La adaptación de plantas era un proyecto de la administración portuguesa.
En el siglo XV Portugal era la única monarquía con una experiencia riquísima en todos los continentes. Tenían huertos en Goa, en Macao. Siempre estaban llevando plantas de aquí para allá".
Cavalcantti desvela los primeros intentos de desarrollar esta planta a gran escala en Portugal. En 1716, la corona incentivó la expansión de colonos con experiencia en la plantación de cannabis en el estado sureño de Santa Catarina. La experiencia fracasó porque los españoles invadieron la región en varias ocasiones y siempre destruyeron todos los cultivos.
España tenía plantaciones en México y dominaba el comercio de los derivados del cáñamo. Y por ello no tenía ningún interés en que Portugal fuese autosuficiente en la producción de una planta tan lucrativa y polifacética.
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