Este artículo se publicó hace 17 años.
Marín reivindica su independencia al despedirse de los diputados
El presidente del Congreso, Manuel Marín, ha reivindicado hoy su "independencia y autonomía de decisión" en un breve discurso con el que ha cerrado la VIII Legislatura y en el cual ha dado las gracias y también ha pedido perdón a los diputados de todos los grupos, que han acogido sus palabras con una ovación.
"Durante esta Legislatura yo he querido mantener en todo momento mi principio de independencia y de autonomía de decisión, y yo sé que lo he hecho en muchos momentos con energía, e incluso con vehemencia", ha confesado a la Cámara el presidente de las Cortes.
Incluso ha llegado a admitir que "necesitaba" una reacción de aliento del grupo socialista, como la que horas antes le habían brindado los diputados del PSOE con fuertes aplausos cuando el portavoz Diego López Garrido le dedicó elogios durante el debate de la Ley de la Sociedad de la Información.
Más tarde, en su última intervención, Marín ha explicado que él era "totalmente consciente de que si no actuaba de esta manera" hubiera sido "muy difícil llevar adelante" su labor, y ha logrado arrancar carcajadas de los diputados cuando les ha dicho que esta legislatura "reconózcanlo ustedes, ha sido muy emocionante".
También les ha contado que él sabía que "en la vida, actuando con independencia y autonomía de criterio, inevitablemente entraba en el espacio de los roces".
Además de agradecer a todos los grupos y líderes políticos, entre ellos al jefe de la oposición, Mariano Rajoy, la "paciencia" que han tenido con él, ha hecho una especial mención al grupo socialista.
Durante la mañana de hoy, plagada en el pleno del Congreso de despedidas, agradecimientos y menciones al final de la Legislatura, el portavoz del PSOE, Diego López Garrido, había dicho desde la tribuna que Marín ha sido "imparcial, neutral y ejemplar" y un "modelo para los otros presidentes que vengan en el futuro".
"Eso es algo que hay que reconocer en la figura de Manuel Marín", había afirmado además López Garrido, quien también le había expresado el "respeto" y el "afecto" de su grupo a la labor "no precisamente fácil" del presidente de la Cámara Baja.
Como el grupo socialista había secundado estas palabras con una cerrada ovación, Manuel Marín las agradeció advirtiendo de que es "muy sensible, aunque no lo parezca" y "sólo faltaría que terminara la legislatura como un presidente derretido", señaló.
Más tarde, en su discurso de despedida, ha reconocido sobre la reacción positiva del grupo socialista: "No os lo voy a ocultar, francamente la necesitaba".
Esta reflexión ha sido nuevamente acogida con aplausos de los socialistas, a los que se han sumado los diputados de los demás grupos cuando el presidente ha dicho que si había molestado "a alguien" le pedía "perdón".
Sus últimas palabras desde la Presidencia han sido para recordar la pendiente reforma del Reglamento del Congreso, uno de sus principales objetivos que no ha podido culminar en esta legislatura.
"Sólo me queda refugiarme en el decir del filósofo: ahí se lo dejo con resignación elegante", ha apuntado al respecto.
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