La Marina india libera al "Vega 5" y rescata a 13 de los tripulantes

Las autoridades indias anunciaron hoy la liberación a cargo de su Marina del pesquero de bandera mozambiqueña "Vega 5" -operado una filial del Grupo Pescanova-, con el rescate de 13 de sus tripulantes y la detención de 61 piratas.

El rescate se produjo el pasado sábado por la noche en aguas del Mar Arábigo, a "unas 600 millas náuticas de la costa occidental de la India", tras un seguimiento de un día en el que participó una patrulla de la Marina india, indicó el Ministerio indio de Defensa.

Entre los 25 tripulantes originales del "Vega 5" había en teoría dos gallegos, según distintos medios hispanos, aunque un portavoz para Asuntos de la Marina india aseguró a Efe que entre los tripulantes rescatados no había ningún nacional español.

"Los interrogatorios de la tripulación han revelado que, cuando el barco salió de Somalia hace once días, no embarcó a los dos españoles que formaban parte de la tripulación, así que no viajaban a bordo", dijo el portavoz, el comandante P.V.S. Satish.

Satish añadió en todo caso que el procedimiento habitual en estos casos de rescate es entregar a los tripulantes rescatados "a las autoridades en la zona del país del que proceden".

El Gobierno indio explicó que el rescate se produjo después de un intercambio de fuego entre el "Vega 5" y las fuerzas indias, que causó un incendio en el buque, utilizado por los piratas como "nave nodriza" para sus operaciones de abordaje.

Los piratas estaban atacando un navío, el MV Vancouver Bridge, que lanzó una llamada de socorro, lo que dio pie a la llegada de las embarcaciones de patrulla indias Khukri y Kalpeni.

Los piratas llevaban en el pesquero entre 80 y 90 pistolas y rifles, según las investigaciones preliminares de la Marina india, que continúa en la zona buscando a otros piratas y pescadores.

La comunicación con el "Vega 5" se perdió el pasado 30 de diciembre frente a las costas de Mozambique y desde entonces había sido utilizado como buque embarcación de piratas.

El golfo de Adén, en el noreste de África, está considerada como una de las rutas más peligrosas del mundo.

Los abultados rescates obtenidos por los piratas han permitido a sus cabecillas mejorar sus medios de navegación, comunicaciones y armamento, lo que les permite actuar pese a la presencia en la zona de una flota internacional, de más de veinte países, que pretende poner coto a sus actividades.