Este artículo se publicó hace 16 años.
Marruecos y el Polisario abren la cuarta ronda sobre el Sahara sin indicios de avances
Marruecos y el Frente Polisario abren mañana, lunes, su cuarta ronda de negociaciones auspiciada por la ONU sin indicios de que ambas partes estén dispuestas a romper el punto muerto en que se ha sumido el diálogo.
Las dos delegaciones inician hoy, domingo, la cita con una cena en el complejo Greentree de la localidad de Manhasset, ubicada a las afueras de Nueva York, antes de sentarse el lunes formalmente a conversar bajo la mediación del enviado especial de la ONU para el Sahara Occidental, Peter van Walsum.
Al igual que en las anteriores ocasiones, Mauritania y Argelia estarán presentes en las conversaciones en calidad de países vecinos, aunque sólo se sentarán a la mesa cuando se traten asuntos que les afecten directamente.
El Polisario se presenta de nuevo con la exigencia de que Rabat respete las resoluciones del Consejo de Seguridad, que en su opinión incluyen la obligación de discutir sobre un referéndum en el que la independencia sea una de las opciones.
El embajador de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en Argelia, Brahim Ghali, afirmó el pasado viernes que el éxito de esta cuarta ronda negociadora dependerá de la voluntad de Marruecos de respetar las resoluciones de la ONU.
"Esperamos que Marruecos tenga la misma voluntad de avanzar en las negociaciones", afirmó Ghali, quien resaltó que hasta el momento el reino alauí "no ha hecho ningún esfuerzo para que las negociaciones lleguen a buen término".
Rabat sostiene que la única propuesta que se puede discutir es su plan de proponer en un referéndum un régimen de autonomía al territorio.
Estas son las mismas posiciones con las que ambos bandos concluyeron en el pasado 9 de enero la tercera ronda, en la que -al igual que en las anteriores ocasiones- el único acuerdo fue proseguir con las negociaciones.
En un intento de desatascar el proceso, el enviado especial de la ONU realizó el pasado febrero una gira por la región para recabar impresiones que pudieran lograr algún tipo de progreso en esta cuarta ronda.
Sin embargo, Van Walsum reconoció durante el viaje a Rabat, los campos de refugiados en Tinduf, Argel y Nuakchot, que las posiciones de las dos partes en conflicto estaban muy distanciadas y que no disponía de un nuevo plan para desbloquear las negociaciones bilaterales.
A ello se unen las periódicas tensiones entre las dos partes, como la acusación lanzada el jueves por el Polisario de que unos movimientos militares marroquíes en el sur del territorio hacían temer una violación del alto el fuego que impera desde 1991.
El representante del Frente Polisario ante la ONU, Ahmed Bujari, hizo llegar al secretario general de la organización, Ban Ki-moon, y al Consejo de Seguridad sus temores de que Rabat esté dispuesto a reanudar las hostilidades.
"Queremos llamar la atención sobre la peligrosidad de estas maniobras en el sur del territorio, que podrían tener la intención de romper el alto el fuego", indicó el dirigente independentista saharaui.
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