Este artículo se publicó hace 16 años.
Martín Caparrós asegura que su novela "A quien corresponda" es fruto del enojo
El escritor argentino Martín Caparrós, todo un personaje en su país, ha presentado hoy en Barcelona su última novela, "A quien corresponda" (Anagrama), la primera que se publica en España, y ha explicado sobre esta historia de una derrota definitiva: "Nunca la quise escribir, pero me cabreé".
Junto al editor Jorge Herralde, el autor bonaerense ha contado en rueda de prensa que tenía la sensación, antes de empezar esta obra, que ya había saldado sus cuentas con el período de los años setenta de su país y que incluso había dicho y publicado suficientemente sobre ello."Pero me empezó a cabrear la canonización oficial de esa época por parte del gobierno de Néstor Kirchner", sostiene.
En este sentido, ha dicho que "no soportaba la utilización de los derechos humanos y de las historias de las víctimas como escudo de un gobierno que teñía de progresismo algunas medidas que no lo son".
"A quien corresponda" empieza con la muerte de un cura de un pequeño pueblo argentino, aunque Caparrós ha dejado claro que no se trata de una novela de género, mientras Herralde ha apuntado que es, más bien, una obra política.
Es también la historia de una derrota decisiva, de una venganza, y de los crímenes de un Estado desatado de hace treinta años, que contaba con la bendición eclesiástica, además del relato de un amor que no puede terminar.
Para Caparrós, cuyo abuelo fue un médico republicano que tuvo que emigrar de Madrid después de la Guerra Civil española, se trata de una novela "rara, asertiva, rabiosa e indignada". "Aunque he querido -afirma- que todo ese cabreo no se cargara el relato".
Otra de las cuestiones que le sorprenden al también cronista argentino es la ausencia de venganzas personales por los hechos ocurridos durante lo que él denomina el "setentismo". "¿Por qué no las hubo?, se pregunta todavía hoy.
Ahora, después de que el libro se pueda adquirir desde hace un mes en su país y de que se haya publicado ya en España o Colombia, espera más las lecturas que se hagan desde estos dos países que desde el suyo, porque, entiende, "no estarán tan teñidas por la inmediatez ni por la discusión política e ideológica".
Preguntado sobre si cree que ha vertido todo lo que llevaba dentro sobre ese período, contesta Caparrós que, con los años, sabe que "nunca se puede decir nunca", pero, ha agregado, que en principio no lo tiene previsto. "En el mundo ocurren muchas otras cosas", concluye.
Inevitablemente cuando se habla con este agitador cultural que acaba de escribir "una cuasi carta, cuasi abierta a la señora cuasi presidenta" aparece el actual momento político de su país, con la crisis del campo y el humo que envuelve Buenos Aires desde hace unos días como protagonistas
En su opinión, tanto Kirchner como su mujer "utilizan siempre el término cuasi, pero si uno habla de un mafioso, así debe decirlo y no nombrarlo como cuasi mafioso".
Por otra parte, sostiene que tanto el ex presidente como la actual presidenta apuestan por una política de "conservar el poder, dándole un tinte progresista y como de preocuparse por los derechos humanos que regían en el país antes de la dictadura militar".
Subdirector hasta hace quince días de "Crítica de la Argentina", el último diario de papel que ha salido al mercado en su país, afirma, contundente, que "en periodismo lo difícil no es enterarse de las cosas, sino contarlas".
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