Las cifras de muertos siguen aumentando a medida que avanzan las tareas de rescate tras el terremoto más devastador que ha sacudido China en tres décadas, y que hasta ahora ha dejado más de 12.000 muertos, 17.245 desaparecidos y 26.206 hospitalizados.

La oficina de prensa del gobierno de la provincia de Sichuan, al suroeste del país, informó hoy de que sólo en esta provincia los muertos localizados hasta ayer eran 12.012, y que había 323 en otras cinco provincias aledañas y en el municipio de Chongqing.

Diversas páginas de Internet de medios chinos informan por su parte de que los desaparecidos podrían ascender a 60.000 en Wenchuan, donde estaba el epicentro del terremoto, pero un portavoz de la oficina de prensa de Sichuan dijo a EFE desconocer tales datos.

China está aceptando por ahora la ayuda humanitaria que ofrecieron, entre otros, Estados Unidos o la Unión Europea, pero sólo en forma de dinero y suministros, y no expertos en rescate o en ayuda humanitaria.

"Agradecemos todas las iniciativas de los países que han mostrado voluntad de ayudar a China. Pero considerando que todavía no se ha restablecido el transporte y las comunicaciones en la zona del terremoto, China aún no ha solicitado ayuda oficialmente a otros países u organizaciones internacionales", declaró el viceministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, en rueda de prensa.

"Vamos a analizar la situación y a decidir si necesitamos que vengan o no equipos de rescate extranjeros", agregó Wang.

Mientras tanto, el Gobierno chino está efectuando un despliegue masivo de sus fuerzas de seguridad en las zonas afectadas. Un total de 20.000 soldados del Ejército de Liberación Popular (ELP) ya están en la zona sacudida por el seísmo, otros 30.000 se dirigen al lugar por tierra y tren, además de 2.500 efectivos de la marina, según el Ministerio de Defensa.

Está previsto que hoy continúe el lanzamiento de material de primera necesidad desde los helicópteros en aquellas zonas que siguen aisladas.

Según la agencia de noticias Xinhua, un 70 por ciento de las carreteras en la zona sacudidas por el terremoto están dañadas o bloqueadas, y las continuas lluvias aumentan el riesgo de desprendimientos de tierras.

Colegios enteros quedaron sepultados por el seísmo y cientos de niños continúan bajo los escombros sin apenas posibilidades de seguir con vida, por lo que se suceden en el exterior escenas dramáticas de padres desesperados, según relatan los corresponsales desplazados a la zona.

La ciudad más afectada por el terremoto es Mianyang, con 7.396 muertos, seguida de Mianzhu, con 3.000 muertos confirmados y 10.000 heridos, y el distrito de Qingchuan, con al menos 1.000 muertos, 300 sepultados bajo los escombros y 5.000 heridos.