"Antes era más egoísta; si no anotaba, me rallaba"

La mayoría ansía emigrar. Él decidió volver. Tras un año de derrotas en Memphis, Juan Carlos Navarro ( Barcelona, 1980) quería recuperar sensaciones y conquistar títulos. Se le nota confiado y seguro. Esta Euroliga puede ser el primero.

"Ahora me siento más líder, más responsable y seguro"

¿Siente tensión, ilusión, nervios o está expectante?

Más que nada expectante. Quiero empezar ya, por todo lo que se genera alrededor; son ya muchos días esperando.

Desde que eliminaron al Tau se le señala como clave en ello. ¿Lo comparte?

"La comunicación es el mayor cambio respecto a la etapa de Ivanovic"

Comparto que fui importante, pero el equipo estuvo al nivel. Yo hice todo lo posible para estar y aportar todo lo que podía: estaba mermado físicamente, pero opté por tirar más de fuera y salió muy bien.

Pero es consciente del efecto disuasorio que tiene en los rivales.

Puede haber algo de eso, pero también que, si me defienden a mí, otros compañeros quedan más libres y, como tienen un gran nivel, anotan.

Contra el Tau, además, tenía una espina personal.

Era de todo el equipo. Antes de la serie, poca gente confiaba en nosotros: habíamos perdido siete veces contra ellos. Ganarles fue una inyección de moral para lo que nos queda, por todas las dificultades: por perder en casa primero, por el match ball de allí...

El CSKA tiene la mejor defensa de Europa. ¿Cómo piensan burlarla?

Como ya hicimos contra el Tau, tendremos que evitar su contraataque, los robos de balón y que interrumpan nuestro juego. También, jugar con más contacto y, si están en línea de pase, tratar de que no se pierda el timing. Pero lo que me preocupa más es su experiencia en este tipo de partidos, y que mi equipo esté al nivel demostrado todo el año. Si es así, tenemos nuestras opciones.

¿Por dónde pasan?

Es importantísimo tener la cabeza muy bien porque habrá momentos malos y ellos son más expertos en sobrellevarlos. Nosotros lo hicimos contra el Tau, pero, aquí, las cosas se te pueden ir muy rápido y quien esté mejor de cabeza se llevará el partido.

Con Lakovic ausente parte del curso, ¿la posición de base es su punto más débil?

Con Sada hemos tenido grandes partidos, Lakovic se ha reincorporado muy bien y Barret no se ha adaptado como se esperaba, pero va a mejor.

Holden, Langdon, Siskauskas... ¿Le inquieta más la línea exterior o Messina en el banquillo?

Todo. Pese a haber perdido a Papaloukas y Andersen, dos jugadores muy importantes, continúan siendo uno de los grandes equipos de Europa y eso quiere decir mucho de Messina, que hace un gran trabajo. Nosotros tenemos que salir a por todas y con mucha calma. Contra ellos, en Praga 2006, protestamos demasiado a los árbitros y nos sacaron muy pronto del partido. Hay que aprender de eso.

¿Es más difícil superar al CSKA que ganar la final?

Hablemos sólo de las semifinales, que ya son un escollo.

¿Asume la condición de favoritos?

No he oído que seamos favoritos. Quizá por juego, pero, llegando aquí, te lo juegas todo a 40 minutos y cualquiera puede dar el campanazo. Está al 50 por ciento.

Pero si usted regresó de la NBA fue, en parte, para ganar la Euroliga.

Sin duda. Uno de mis objetivos era ayudar al equipo a crecer y ganar títulos. De momento, no hemos levantado ninguno, pero estamos en el buen camino. También quería ser un jugador más importante, crear mucho más juego, jugar partidos como el quinto del Palau contra el Tau, con ese ambiente. Allí estaba en un segundo plano y no lo viví porque estaba en Memphis. Quizá, en otro equipo que hubiese jugado play off, habría sido diferente.

¿Euroliga o título ACB?

Si tengo que elegir, Euroliga. Por prestigio; porque, sin desmerecer a la ACB, es un poco más importante y porque ligas tengo más.

En el título de 2003 era ya un jugador importante, pero le rodeaban Bodiroga, Jasikevicius, Fucka... Ahora, es el líder indiscutible.

Entonces me consideraba un jugador importante, pero ahora tengo más peso en el equipo y estoy más seguro de lo que hago. Me siento un jugador más responsable, más líder, que habla más con la gente, cosa que antes no hacía. Eso lo da la experiencia, los años jugando, las finales...

¿Qué experiencia aplicable se ha traído de la NBA?

La acumulada en los momentos duros: pasar de ser un referente a un jugador de segundo plano. Saber que, en los partidos, si estás muy bien, el equipo tiene que jugar para ti, pero, si no lo estás, tú tienes que jugar para los demás. He aprendido a jugar bien, sin tener buenos porcentajes o anotar tanto. Eso es muy importante. Cuando tenía 20 años, si no anotaba, me rallaba. Era un poco más egoísta que ahora.

¿Qué diferencia a este Barça del de Ivanovic?

Con él también llegamos a una Final Four, pero hablar con el jugador es importantísimo y ése ha sido uno de los mayores cambios. La comunicación es primordial.