Más de sesenta personas han muerto en las últimas 48 horas en distintos puntos de Somalia, gran parte de ellas en Mogadiscio, donde desde ayer se registran intensos combates entre las tropas de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) y milicianos radicales islámicos.

Al menos 22 personas han muerto hoy en un ataque llevado a cabo por miembros de Al Shabab, grupo al que EEUU vincula con Al Qaeda, contra el cuartel general de la AMISOM, en el kilómetro 4 de la carretera del aeropuerto, en el sur de Mogadiscio, acción considerada por el grupo radical como una "revancha".

Las fuerzas de la UA, compuestas por unos 4.500 soldados de Burundi y Uganda, atacaron ayer el antiguo Ministerio de Defensa, donde Al Shabab tenía instalada una de sus bases, y decomisaron armamento y explosivos, incluidas algunas bombas preparadas para ataques suicidas, según dijo a Efe una fuente de la AMISOM.

El portavoz de Al Shabab, Sheikh Ali Mohamud, aseguró ayer que se tomarían la "revancha" y hoy asumió, en declaraciones a Efe, la responsabilidad del ataque al cuartel de las tropas internacionales, al tiempo que decía que, en el mes sagrado musulmán del Ramadán, que mañana se inicia en Somalia, intensificaran sus ataques a la AMISOM.

"Las fuerzas de la Unión Africana iniciaron la agresión y nuestro ataque de hoy es el inicio de un mes de ataques que planeamos realizar contra ellos en el Ramadán", dijo Mohamud.

"Les obligaremos a abandonar Somalia o perderán miles de soldados", recalcó a Efe Mohamud, quien también declaró hoy a medios locales que "esperamos que Mogadiscio sea la tumba de las Fuerzas Africanas y sus aliados somalís".

Varias fuentes de los servicios de socorro locales dijeron a Efe que los combatientes en Mogadiscio utilizaron artillería y misiles y que, además de los muertos confirmados, sólo en el Hospital Madina de la capital somalí han sido ingresados 70 heridos en las últimas 24 horas.

El director del Hospital Madina, Mohamed Yusuf, dijo a Efe que, de los 70 ingresados, 45 llegaron hoy con heridas sufridas a consecuencia de los combates y que "la mayoría son mujeres y niños, lo que demuestra, una vez más, que hay más bajas entre los civiles que entre los combatientes a consecuencia de los bombardeos".

Residentes en el distrito de Taleh de la capital somalí señalaron a Efe por teléfono que más de un centenar de milicianos de Al Shabab atacaron a las tropas de AMISOM en su base del kilómetro 4 de la carretera del aeropuerto, en el sur de la ciudad.

El transporte público quedó suspendido y las líneas telefónicas terrestres cortadas en esa zona, donde las escuelas cerraron, mientras muchos residentes huían para evitar ser víctimas de los combates.

Suleqo Yarey, profesor de una escuela y testigo de los enfrentamientos, dijo a Efe que los radicales de Al Shabab "utilizaron varios microbuses y dispararon contra la base de las fuerzas de la Unión Africana mientras lanzaban misiles, antes de huir".

"Los soldados de la Unión Africana respondieron con un nutrido fuego de misiles y ametralladoras, lo que causó numerosas víctimas entre los residentes del área", agregó Yarey.

En Wabho, en la región central de Somalia, al menos doce personas resultaron muertas hoy en un enfrentamiento entre rebeldes de Hezb al Islam y milicianos de Ahlu Sunna, grupo sufí que apoya al Gobierno del presidente Sharif Sheikh Ahmed, respaldado por la comunidad internacional y al que los radicales quieren derrocar.

Entre los combates de la capital y los de Wabho, al menos 34 personas han resultado muertas hoy en Somalia, que sumadas a las 27 fallecidas ayer por la violencia en varios enfrentamientos en el sur y centro del país elevan la cifra de víctimas mortales a más de sesenta en 48 horas.

Somalia vive en el caos y sin un Gobierno central efectivo desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré y los clanes tribales y milicias radicales islámicas se dividieron el territorio.

El país se encuentra en estos momentos en la peor crisis humanitaria de su historia con, más de 4 millones de personas, la mitad de su población, con necesidad de ayuda humanitaria urgente para sobrevivir.