La mayoría de los franceses quiere un referéndum sobre un nuevo tratado de la UE

Un 61 por ciento de los franceses desea que el nuevo tratado europeo sea sometido a un referéndum, en contra de la voluntad del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de optar por su ratificación parlamentaria, indica un sondeo divulgado hoy.

Según esta encuesta de CSA, publicada por el diario "Le Parisien", un 68% de los sondeados votaría a favor del tratado si hubiera un referéndum, mientras que casi el 55% de los franceses votó "no" en la consulta popular de 2005 sobre la Constitución europea, que el nuevo tratado reemplazará.

Pero de celebrarse un referéndum, la participación alcanzaría sólo un 48%, revela el sondeo.

Un 76% de los electores de izquierdas se pronuncia por un nuevo referéndum, frente a un 43% de los de derechas.

Los simpatizantes de izquierdas, que rechazaron masivamente la fallida Constitución en 2005, apoyan ahora mayoritariamente el nuevo tratado, con un 60% de ellos a favor, frente a un 86% de los de la derecha.

El presidente Sarkozy inicia hoy consultas con los partidos políticos para pedirles su apoyo al tratado pactado por los líderes de la Unión Europea en su cumbre en Lisboa hace diez días y que tiene como objetivo sacar a la Unión de la crisis institucional en la que la sumió el doble "no" de los franceses y holandeses a la Constitución en sendos referendos en 2005.

El líder del Partido Socialista (PS), François Hollande, que se reunía hoy con Sarkozy, adelantó en una entrevista televisiva que votará "sí" al nuevo tratado, porque permite "sacar a Europa del impasse", aunque "no es el tratado" que los socialistas habrían "negociado".

"De todos modos dejaremos pasar el texto. No nos opondremos a este tratado simplificado", afirmó Hollande, para quien una "mayoría" de los socialistas votará a favor del nuevo tratado.

Hollande dijo que si la ex candidata socialista al Elíseo, Ségolène Royal, hubiera sido elegida presidenta de la República, se habría celebrado un referéndum sobre el nuevo tratado.

Pero dejó claro que no iba a exigir una nueva consulta popular.

"Deploro" que el conservador Sarkozy haya decidido optar por una ratificación parlamentaria, pero "tomo nota de ello", afirmó Hollande.