Este artículo se publicó hace 16 años.
McCain se enfrenta al ala más conservadora del Partido Republicano
John McCain afronta hoy su más dura realidad: el ala superconservadora del Partido Republicano que está reunida en Washington para analizar el futuro y que, sin duda, cree que el "candidato favorito" para aspirar a la Casa Blanca no es suficientemente conservador.
Unos 6.000 republicanos conservadores, agrupados en la llamada Conferencia Conservadora de Acción Política (CPAC), analizan en la capital de Estados Unidos la situación del Partido y las políticas que pueden contribuir a reforzar sus planteamientos.
Son en buena parte esa "derecha evangélica" que geográficamente se concentra en el sur y que siempre se ha dicho que cuando sale a votar en masa es capaz de decidir el presidente, como ocurrió con George W. Bush en la Casa Blanca.
Está claro que, entre los aspirantes republicanos a la Casa Blanca, esta importante sección del Partido ve con mejores ojos a Mike Huckabee -el ex gobernador de Arkansas que fue en otro tiempo pastor evangélico- que a McCain.
Pero el votante en general ha favorecido más al senador por Arizona y, como no lo pueden obviar, empiezan a tomar posiciones.
El momento en el que se celebra la CPAC -el foro elegido hoy por el ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, para anunciar su salida de la campaña- justo después de que McCain fuera alzado como favorito en el "supermartes" no puede ser más determinante.
Los conservadores, que lo presionan, lo quieren escuchar y McCain los tiene que convencer. La tarea no es fácil porque una buena parte de los reunidos cree que el senador, durante su prolongada carrera en el Congreso, ha perdido buena parte de sus esencias conservadoras.
Lo critican por sus posiciones respecto a la inmigración. Defiende que "lo primero es asegurar la frontera", pero entiende que la reforma migratoria es necesaria para legalizar a los millones de indocumentados que viven ya en el país.
El planteamiento, desde luego, rechina en la mente de muchos de estos conservadores más propensos a la mano dura.
Además, según apunta hoy el comentarista y escritor conservador Jeb Babbin, los miembros de la CPAC están preocupados por los planteamientos de este "potencial" presidente respecto a los nombramientos de Jueces ante el Supremo.
Desde fuera y a estas alturas de la campaña, el asunto puede parecer una simpleza, pero no es baladí.
Se calcula que durante la próxima presidencia, el inquilino de la Casa Blanca puede tener la posibilidad de designar hasta un total de cinco de los nueve magistrados del Tribunal Supremo, dado que otros tantos jueces actuales, aunque no tienen obligación de hacerlo, tienen ya una edad próxima al retiro.
El Supremo, según la Constitución de Estados Unidos, es el último intérprete de la ley en las grandes disputas del país -muchas de ellas ideológicas- y por tanto, la ideología de sus miembros, que ocupan el cargo con carácter vitalicio, es crucial para determinar cuestiones clave, como por ejemplo el aborto o la pena de muerte.
En definitiva, McCain, en el discurso que pronunciará entrada la tarde de este jueves, debe aprovechar la oportunidad para calmar las ansias más conservadoras del Partido.
Evocará al ex presidente Ronald Reagan -el héroe conservador a cuya sombra nació la CPAC- y recordará que siempre se consideró un "soldado de a pie en la revolución reaganiana".
De hecho, algunos archivos han desempolvado ya viejas fotografías de McCain con Reagan durante los años en los que el 40 presidente estaba en la Casa Blanca y McCain, héroe de Vietnam y ya senador por Arizona, lo visitaba.
No falta, además, quien apunta la "necesidad" de que McCain vaya pensando en "equilibrar" su posible papeleta electoral con Huckabee como vicepresidente, pero el senador, de momento, reitera que "uniremos el partido tras nuestros principios conservadores e iremos hacia adelante para ganar en noviembre".
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