Este artículo se publicó hace 17 años.
Melilla, una ciudad paralizada y vestida de rojo y gualda
Melilla es hoy una ciudad "paralizada", que se ha vestido por completo de rojo y gualda para recibir a los Reyes en la que es la primera visita oficial que realizan a la ciudad autónoma en sus 32 años de reinado y la primera visita real en los últimos 80 años.
Miles de melillenses se han echado a la calle y se han dado cita en una plaza de España que hoy es más de España que nunca, por las más de 20.000 banderas que han ondeado al paso de Don Juan Carlos y Doña Sofía.
La ciudad ha estrechado hoy sus apenas 14 kilómetros cuadrados y sus habitantes, musulmanes, cristianos, judíos o hindúes, se han unido para gritar al unísono "Viva España, Vivan los Reyes".
Desde primera hora de esta mañana, las inmediaciones del Palacio de la Asamblea, donde se ha desarrollado el acto central de la visita, se han convertido en un ir y venir de personas, entre ellas María del Carmen Pons, una ciudadana que lleva a gala haber sido "la primera" en llegar y colocarse debajo del balcón desde donde los Reyes han saludado a la ciudadanía.
Esta joven melillense, que ha acudido a la cita con los reyes vestida con una camiseta roja y amarilla, asegura que no ha dormido en toda la noche y que desde las 05:30 horas ya está en la calle para participar en "un acontecimiento sin precedentes".
A esa misma hora ha salido de casa otra de las melillenses que más han madrugado para ver a Don Juan Carlos y Doña Sofía, Isabel Andreira, quien incluso ha compuesto una canción, en la que expresa lo que siente con su visita.
"Llegan los Reyes a Melilla. Olé, olé, olé.", dice parte de la letra, que concluye con tres 'vivas' a Don Juan Carlos y Doña Sofía.
La alegría también se ha reflejado en la cara de otro melillense, Abdelkader Al-Lal, de 32 años, los mismos que el Rey ha cumplido de reinado, y que comentaba que para él la visita va a suponer "un antes y un después" para la tierra que le ha visto nacer.
Pasadas las doce y diez de la mañana, la Plaza de España se ha convertido en un clamor, justo en el momento en el que han entrado los coches oficiales, pero el mayor estruendo ha sido cuando los ciudadanos allí congregados han visto por fin a los Reyes.
Dos pantallas gigantes han servido para que los ciudadanos hayan podido seguir al detalle todo lo que ha ido ocurriendo en el interior del Palacio de la Asamblea, en cuyo balcón lucen los estandartes con los escudos de España y de Melilla.
Cámaras de fotos, de vídeo o teléfonos móviles se han convertido en objetos muy utilizados por aquellos "afortunados" que, desde primera fila de la barrera han podido tener a escasos metros a los monarcas.
Ante una gran presencia policial, que ha sido reforzada de manera considerable, los melillenses expresaban de una y mil maneras lo que sentían en ese momento.
"Melilla os quiere, Melilla os adora, que sepa todo el mundo que Melilla es española", gritaba Ana Hernández, famosa cantaora de flamenco de la ciudad, mientras de cerca, otros cientos de ciudadanos la seguían con frases como "Sí, sí, sí, los Reyes están aquí".
Colegios, comercios, bancos y mercados, hoy todo el mundo ha cerrado las puertas de sus negocios, incluidas también las Administraciones autonómica y central, en definitiva, una ciudad paralizada que se ha vestido con los colores de la bandera de España.
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