Este artículo se publicó hace 15 años.
La memoria de los trilobites
Monsagro, en la provincia de Salamanca, es un auténtico museo al aire libre de restos fosilizados hace millones de años.
Hace 430 millones de años, el municipio de Monsagro (Salamanca), hoy uno de los puntos más elevados de la provincia, era mar. De esa remota época han quedado numerosos restos fósiles marinos que se pueden contemplar por toda esta zona del Parque Natural de las Batuecas y que convierten a la localidad en un auténtico museo al aire libre.
Los fósiles decoran la mayoría de las fachadas de las casas y edificios nobles, y están catalogados en el denominado período Ordovícico (hace 440-410 millones de años). En el valle marino que fue Las Batuecas predominaban sobre todo los trilobites, animales extinguidos hace 250 millones de años. Sus restos pueden contemplarse al aire libre en la ladera norte de Monsagro y en la Sierra de El Guindo.
Para ponerlos en valor, el Ayuntamiento de Monsagro ha creado una ruta al aire libre para que los visitantes puedan conocer los tipos de fósiles ubicados en las fachadas. El itinerario también cuenta con un folleto explicativo. Entre los restos mejor conservados en Monsagro destaca una fuente construida en 1925 con piedras que atesoran restos fosilizados. En ellos predominan lo que se conoce como cruzianas, es decir, las pistas dejadas por los trilobites cuando excavaban en los fondos marinos.
Este patrimonio de incalculable valor ha sufrido, a lo largo de las últimas cinco décadas, una serie de ataques que provocaron la desaparición de numerosos ejemplares de la zona. Hoy en día, las medidas de protección se han incrementado para intentar preservar para el futuro unos restos que llevan millones de años formando parte de la historia de Las Batuecas.
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