Este artículo se publicó hace 11 años.
Méndez abre el congreso de UGT: "Quieren eliminarnos porque nos temen"
Bajo el lema 'La unión por el trabajo. Acción y Solidaridad', el sindicato comienza su 41º Congreso Confederal en el que Cándido Méndez aspira a mantener la dirección
Como si más de un siglo no hubiera pasado, la Unión General de Trabajadores (UGT) en la actualidad "se enfrenta a un capitalismo del siglo XXI que es muy similar al que existía cuando nació en el siglo XIX". Convencido, así lo ha afirmado Cándido Méndez en la apertura del 41º Congreso Confederal que celebra el sindicato y en el que se marcarán las líneas estratégicas de actuación en los próximos 4 años, el momento de más excepcionalidad que han vivido las centrales en las últimas décadas. Y por eso su secretario general, que vuelve a optar a la dirección, ha remarcado que, 125 años atrás, cuando nacía UGT, "España pagaba un 30% de su riqueza a la deuda. Hoy, el montante de los ingresos públicos que se ha de destinar es exactamente el mismo porcentaje".
Un día antes de que el mismo Méndez afirmara que UGT necesita "algo más que un lavado de cara", anunciaba su retirada por cuestiones de salud el histórico dirigente minero José Ángel Fernández Villa, quien ha puesto voz y rostro a las luchas de los trabajadores del carbón durante medio siglo y que suponía una de las imágenes más fuertes que ataban a UGT al recuerdo de un glorioso pasado sindical. Para afrontar "el cambio profundo" que anunció Méndez, este miércoles comenzaba este Congreso de un sindicato que cumple 125 años de historia a sus espaldas en mitad de la mayor crisis económica que ha vivido España en muchas décadas. Ni UGT ni CCOO están parando los recortes que aplica el Gobierno de Rajoy, que trata de alcanzar concertación con la troika europea antes que con los agentes sociales. Además, por primera vez han perdido el protagonismo en la protesta social con la emergencia de nuevos movimientos sociales como el 15-M. Y por eso UGT afronta ahora la difícil tarea de renovarse para amoldar su estructura y su mensaje al nuevo contexto.
En total, a este Congreso asisten 600 delegados, de los que 360 representan a las diez federaciones y uniones estatales del sindicato, y 240 a las uniones de Comunidad Autónoma. Todos ellos debaten a lo largo de cuatro días el futuro del sindicato bajo el lema 'La unión por el trabajo. Acción y Solidaridad'. Una de las novedades es el lugar elegido para su celebración: la sede madrileña de Avenida de América. Y las razones "son económicas", como ha recordado Méndez, pues "hay una minoría de la sociedad que no sufre de la crisis, y se enriquece de ella, pero nosotros formamos parte de la mayoría que sí la sufre". Y eso les obliga a aplicar también austeridad en sus actos. Además, en este sentido, uno de los principales objetivos del Congreso es la reducción y simplificación de estructuras.
Méndez asegura que la UGT necesita "un cambio profundo" pero vuelve a presentarse como candidato
En el intento de apertura a las nuevas generaciones el acto ha sido precedido por un grupo de música que ha interpretado desde rock and roll a Beethoven. Incluso La Internacional, que han cantado todos los delegados puño en alto, ha sido entonada por una joven con un ritmo alternativo y más animado. Con todo, la "renovación" que promete Méndez no le incluye a él como dirigente, que ocupa el cargo de secretario general desde 1994 y vuelve a presentarse en esta ocasión, sin rival conocido capaz de disputarle el puesto, por lo a que el abra el próximo Congreso del sindicato dentro de 4 años.
Para mostrar el apoyo de la sociedad civil ha intervenido al comienzo del acto Boti García Rodrigo, portavoz de Federación de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) y representante de la Cumbre Social, que conforman CCOO, UGT y más de un centenar de asociaciones y colectivos. "Los que formamos la Cumbre Social tenemos la obligación moral y política de resistir y plantear alternativas que antepongan la solidaridad colectiva al individualismo", ha manifestado. Y ha defendido que la española es "una sociedad que ya no se calla, que está harta de tanta inmoralidad".
Frente a "farsa", "más organización""Los que nos quieren eliminar es porque nos temen" ha dicho Méndez en el discurso de apertura del Congreso contra las voces que desde la política y medios de comunicación tratan de decir que el sindicalismo es un vestigio del pasado. A su parecer, los sindicatos están siendo víctimas de una "lluvia ácida" y de ataques con "artillería gruesa de todos los calibres", tanto por convocar huelgas como por no hacerlo, o por firmar o dejar de firmar acuerdos, ante lo que ha dicho que UGT tiene "la conciencia tranquila".
Para el veterano dirigente, la situación política actual es la prueba de que siguen siendo necesarios, pues son parte de la alternativa a las políticas de austeridad que está imponiendo el Gobierno de Mariano Rajoy. Así, ha recordado que desde 2010 se han recortado más de 65.000 millones de euros y se han hecho dos reformas laborales. Y, tres años después, el desempleo ha crecido de 4 a casi 6 millones, la deuda pública ha crecido del 30% al 90% del PIB y el déficit oficial se ha mantenido gracias al haber sido apartado el monto de los rescates a la banca.
"La reducción del déficit se ha conseguido a machetazos. El PP desde que llegó al poder ha aprobado un subida fiscal cada 15 días, y eso que era un gobierno que iba a bajar los impuestos. Y con todo, no salen las cuentas", ha continuado Méndez. Todo esto hace que en vez de una crisis, UGT considere que España se encuentra ante "una estafa" que tiene como objetivo rescatar a los bancos culpables de la crisis con el capital que produjeron los trabajadores que ahora ven sus derechos recortados. Y por eso, España, junto a Irlanda, es el país en el que más han aumentado las desigualdades.
"El sindicato se adelgaza por arriba y por el medio, pero va a tratar de ensancharse por abajo" Ante este panorama, Méndez ha marcado dos puntos como prioritarios en la agenda social: las preferentes y los desahucios. Y para ello, no "sólo" son necesarias políticas de austeridad, sino que "hay que combinarlas con solidaridad e inversión pública". Y, además, ha apostado por una alternativa de banca pública ante la desaparición de las cajas de ahorro.
A modo de autocrítica, el dirigente ha reconocido que sus propios afiliados y el conjunto de los trabajadores les ven en muchas ocasiones "con lejanía". Por eso, se ha mostrado convencido de que es el momento de abrirse y reforzar las alianzas con la sociedad civil. "El congreso debe responder y aportar alternativas. ¿Qué puede hacer el sindicato? ¿Cómo recuperar lo que nos han robado? ¿Cómo construir más sindicato?" se ha preguntado. Y la forma de hacerlo: "Reducir gastos, reducir las estructuras. El sindicato se adelgaza por arriba y por el medio, pero va a tratar de ensancharse por abajo".
Además, ha advertido que con la crisis se están destruyendo "los mecanismos de cohesión y solidaridad que levantan la democracia, lo que abre el camino para el populismo y los nacionalismos excluyentes". "En el corazón de Europa duerme una bestia que en su día alimentaron los banqueros y ahora la dejan escondida. Desde el comienzo de la crisis algunas sociedades mercantiles de la comunicación dicen que hay que reinventarlo todo. Pero no hablan de cambiar la banca. Cuanto más evidente es la responsabilidad del sector bancario en la crisis más se critica a todo lo demás".
Solidaridad internacionalBurrow: "usan el drama del paro juvenil para despedir al padre y contratar al hijo por la mitad de salario" "Cándido, este es un gran momento para la rica historia de la UGT. Vuestra determinación militante a la hora de luchar por los derechos de lso trabajadores frente a la ideología de la troika es magnífica". Así lo ha afirmado Sharan Burrow, secretaria general de la Confederación Internacional de Sindicatos, que reúne a más de 160 millones afiliados a centrales en más de 150 países. "En medio de estos ataques vuestra lucha es una inspiración. Os traigo la gratitud de Oriente Medio, América Latina y todo el mundo en pos de la justicia social", ha manifestado firmemente.
Para esta dirigente de origen canadiense, desde 2009 "los gobiernos se lanzaron a la defensa de los mercados financieros, la guerra contra nuestros derechos, contra nuestros salarios y nuestras pensiones. Quieren contratar y despedir a su antojo, utilizar el drama del desempleo juvenil para despedir al padre o a la madre y contratar al hijo por la mitad de salario".
Posteriormente, "habiendo probado ya la sangre de los trabajadores, las organizaciones internacionales han llevado la batalla a la OIT y ahora atacan el derecho de huelga. Nuestra lucha es contra el empresario oportunista y los gobiernos débiles que sucumben al chantaje de la patronal" ha proseguido Sharan Burrow ante los aplausos de un público mayoritariamente masculino. Y les ha recordado que como trabajadores han tenido 30 años de democracia después de la dictadura política de Franco y "ahora tenéis la dictadura económica de la Troika".
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