Este artículo se publicó hace 15 años.
Méndez cree necesario abordar una reforma empresarial y no laboral
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, consideró hoy que en España es necesario abordar una "reforma empresarial" y no tanto una de tipo laboral con el objetivo de reducir la temporalidad, especialmente entre los jóvenes, y de ganar en competitividad.
Durante su intervención en unas jornadas de derecho laboral organizadas por el Consejo General del Poder Judicial, Méndez explicó que el principal instrumento para llevar a cabo esta reforma es la negociación colectiva, que además serviría para impulsar el "maltrecho" proceso de diálogo social.
El secretario general, en declaraciones a la prensa, aseguró que en España hay cientos de miles de pequeñas empresas intensivas en mano de obra, muchas de ellas intermediarias, que "no aportan ni tecnología ni una especial cualificación a los procesos productivos".
Para Méndez, combatir la crisis económica pasa por aprender de experiencias ya existentes y por ello citó el caso de los 'clusters', alianzas de empresas que buscan mejorar sus dotaciones tecnológicas y su competitividad en el mercado abierto.
Además de reformar la estructura de las empresas, el líder de UGT se refirió a la necesidad de impulsar reformas en energía, educación y en la administración de Justicia que, a su juicio, también repercute en el crecimiento económico.
Asimismo, confió en el diálogo social como herramienta para definir el "equilibrio" entre los derechos de los trabajadores y la competitividad de las empresas, pero consideró "necesario" que al menos se reconozcan "evidencias claras" y se destierren "falsedades".
En este sentido, el secretario general subrayó que España cuenta con el nivel de salarios más bajo de la vieja Europa y el nivel de beneficios más alto, así como que en época de crecimiento se crean muchos puestos de trabajo mientras que en crisis la flexibilidad del mercado hace que se sucedan los despidos "masivos".
En alusión al marco jurídico europeo, Méndez reclamó que se añada un protocolo social al Tratado de Lisboa para que los derechos sociales fundamentales "no sean menoscabados y subordinados a la libre competencia".
Este protocolo permitiría, según el dirigente sindical, lanzar un mensaje "muy claro" de confianza a la sociedad europea frente al proceso de integración europea al estar ligado al progreso social.
Méndez criticó que diversas sentencias de ámbito europeo pueden provocar "rechazo e incluso xenofobia" y puso de ejemplo los casos de la compañía letona Laval y la finlandesa Viking, que contrataban en sus filiales extranjeras a trabajadores con las condiciones que tenían en sus países de origen. "Son un mazazo muy serio a la Europa social", señaló.
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