Este artículo se publicó hace 15 años.
Mercosur cumple 18 años sin lograr la cohesión ni aceptar a Venezuela
El Mercado Común del Sur (Mercosur) celebrará mañana, jueves, los 18 años de su creación en Asunción por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay sin haber logrado paliar la asimetrías entre los socios y sin haber definido el ingreso de Venezuela al bloque.
Paraguay detenta este semestre la presidencia pro tempore del bloque en el momento en que "llega a su mayoría de edad", según recordó recientemente a Efe el canciller paraguayo, Hamed Franco.
Las autoridades paraguayas tienen previsto realizar mañana en una céntrica plaza de la capital un acto popular para recordar el aniversario de la firma del Tratado de Asunción, que fue suscrito el 26 de marzo de 1991 por los entonces presidentes Carlos Menem (Argentina), Fernando Collor de Melo (Brasil), Andrés Rodríguez (Paraguay) y Luis Alberto Lacalle (Uruguay).
En la ocasión los mandatario acordaron constituir un mercado común a más tardar el 31 de diciembre de 1994, un propósito no alcanzado 14 años después, cuando persisten los continuos reclamos de Uruguay y Paraguay contra los socios mayoritarios.
En este sentido, el canciller paraguayo apuntaba que uno de los problemas del Mercosur es que los ciudadanos de la región se sientan identificados e integrados en el bloque.
Por su parte, Uruguay, que apoya decididamente la existencia del Mercosur, y Paraguay defienden desde siempre un bloque mucho más cohesionado y reiteradamente critican las trabas comerciales que imponen los dos socios de mayor tamaño.
La última de las reclamaciones de la autoridades de Montevideo se centra en las medidas proteccionistas implantadas recientemente por Argentina, que consideran una amenaza directa para la integración real del Mercosur.
Sobre las relaciones de ese país con Argentina sigue pesando como una losa el enfrentamiento de los dos Gobiernos por la puesta en marcha en Uruguay de una fábrica papelera de la empresa finlandesa Botnia, a la que se opuso tajantemente su vecino en un contencioso que ha sido llevado a la Corte Internacional de La Haya.
Aunque con Brasil los lazos dentro del Mercosur son correctos, no por ello olvida Uruguay que, pese a las insistentes llamadas para dirigir la integración por parte de Brasilia, en realidad el valor de los intercambios del país vecino con el grupo regional sólo alcanzan el 10 por ciento del comercio de mercancías brasileño.
Por su parte, el Gobierno brasileño reafirma su apuesta y su voluntad política de fortalecer al Mercosur casi a diario y es también un entusiasta del ingreso de Venezuela al bloque, otro de los temas pendientes.
La oposición, no obstante, ha logrado retrasar el trámite en el Congreso nacional, en el que el Protocolo de Adhesión de Venezuela se arrastra desde el 2006, cuando fue suscrito por los gobiernos de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.
El Parlamento paraguayo tampoco ha votado el ingreso venezolano, mientras que ya fue ratificado por los de Argentina y Uruguay.
El terreno en que el Mercosur ha beneficiado más a Brasil es sin duda el comercial, debido a su papel de mayor economía regional.
El año pasado, las exportaciones de Brasil hacia sus socios del Mercosur sumaron unos 22.000 millones de dólares, mientras que las importaciones llegaron a cerca de 15.000 millones, lo que en ambos casos supone que han aumentado unas veinte veces desde la fundación del bloque.
No obstante, así como el comercio es donde los beneficios son más palpables, también ha sido el área que más conflictos ha provocado a Brasil en la relación con sus vecinos.
Actualmente, Brasil discute con Argentina una serie de barreras que ha impuesto el Gobierno de Cristina Fernández que afectan exportaciones brasileñas de electrodomésticos, textiles y calzados, entre otros productos.
Brasil tiene otro frente abierto con Paraguay, desde que Fernando Lugo asumió la presidencia y ratificó sus reclamos en relación al Tratado relativo a la hidroeléctrica de Itaipú.
El gobierno de Argentina ha hecho del Mercosur uno de los ejes de su política exterior, donde busca mantener la iniciativa en el bloque junto a Brasil, al que considera su mayor socio estratégico en la región.
Sobre sus diferencias con Brasil, el secretario de Industria argentino, Fernando Fraguío, afirmó hoy: "en momentos de crisis internacional tenemos que responderle a la crisis con más Mercosur, teniendo en cuenta que para nuestros países es esencial mantener las fuentes de trabajo".
El presidente venezolano, Hugo Chávez, que amenazó hace dos años con retirar la solicitud de adhesión del país al Mercosur si los congresos de Brasil y Paraguay no la ratificaban rápidamente, no ha hecho referencia a la cuestión desde hace tiempo.
Chávez, que criticó en su momento lo que consideraba un "viejo" Mercosur, ha señalado en repetidas ocasiones su apuesta por otras adhesiones regionales como la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), iniciativa que impulsa, o la Unasur.
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