Este artículo se publicó hace 15 años.
Merkel defiende a toda costa un pacto con los liberales
La "cancillera" alemana apuesta por el FDP pese a la escasa mayoría prevista
Angela Merkel defendió ayer un acuerdo con el Partido Libre Democrático (FDP) como única opción para garantizar "un Gobierno estable". La canciller subrayó su determinación a pactar con el FDP, por ajustada que sea esa mayoría.
Merkel defendió los planes fiscales de su partido, la Unión Demócrata Cristiana (CDU): "Parece paradójico, pero precisamente en tiempos de crisis bajar los impuestos es lo más adecuado para volver a crecer".
La líder democristiana negó que su Gobierno planee construir nuevas centrales nucleares, tema muy sensible en un país que había decidido desconectarlas todas en los próximos 15 años. "Está en el programa: no queremos nuevas centrales nucleares", afirmó.
La contundencia era necesaria a nueve días de la cita con las urnas. El Ministerio de Economía confirmó ayer que ha aprobado un proyecto de 1.300 millones de euros para investigar reactores de última generación. Además, esta semana salió a la luz que el Ministerio de Investigación ocultó durante meses un estudio que recomienda construir nuevas centrales.
Tres encuestas de ayer sugieren que la mayoría democristiana-liberal se tambalea: la CDU se queda en el 35%, y el FDP no pasa del 13%, con lo que no suman mayoría absoluta. El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) tiene entre el 25% y el 26%. "El SPD cuenta con una considerable reserva de votos entre los indecisos, el 32%", explicó a Público el director del instituto demoscópico Forsa, Manfred Güllner.
Sin miedo a otro ChernóbilPero ni Afganistán ni la figura del candidato socialdemócrata, Frank-Walter Steinmeier, logrará movilizarlos, como tampoco la energía nuclear: "Entre el 30% y el 40% de los simpatizantes del SPD está a favor de un uso limitado de la energía nuclear. Nadie piensa que una central alemana vaya a explotar como Chernóbil, pero sí hay miedo a quedarse sin energía", explicó Güllner.
La actuación de Merkel contra la crisis, con nacionalizaciones y expropiaciones de bancos y planes para salvar grandes empresas, ha asustado a las pymes, que apenas consiguen créditos. "Eso explica que muchos votantes de la CDU se decidan por los liberales, pero no debilita la mayoría conservadora", interpreta Güllner.
Como mujer, protestante y del Este, Merkel sigue siendo un "cuerpo extraño" en la CDU, pero se ha ganado el aprecio de votantes de otros partidos y disfruta de un plus por ser mujer, añade Güllner. En la recta final, la CDU ha concentrado la campaña en su presidenta, con nuevos carteles de gran formato que proclaman: "Nosotros votamos a la cancillera", con una bandera alemana detrás del sustantivo en femenino.
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