México negó el viernes que esté investigando al músico francés Manu Chao por haber opinado sobre temas de política interna en un festival de cine en la ciudad de Guadalajara, algo prohibido por las leyes locales para los extranjeros.

Manu Chao, compositor, cantante y activista, calificó de "terrorismo de Estado" las detenciones en un pueblo llamado Atenco, donde los enfrentamientos entre campesinos y policías en 2006 terminaron con militantes de izquierda tras las rejas.

Varios agentes fueron acusados de violar los derechos humanos, pero fueron exonerados este año.

En el pasado, el Gobierno mexicano ha expulsado a activistas extranjeros, sobre todo de izquierdas, bajo el argumento de que el artículo 33 de la Constitución prohíbe opinar sobre cuestiones de política interna o participar en manifestaciones o actividades políticas.

"La Secretaría de Gobernación niega categóricamente que se haya considerado aplicarle alguna sanción" a Manu Chao, dijo la secretaría (ministerio del Interior) en un comunicado.

"Asimismo, rechaza que se haya abierto una investigación sobre lo expresado por este artista, por lo que nunca ha existido la posibilidad de que sea expulsado del país, como se ha especulado", agregó.

El jueves, una fuente de la secretaría dijo que se estaba haciendo una investigación sobre qué había dicho el cantante y en qué contexto, y que se le aplicaría una sanción dependiendo del resultado de la investigación.

Manu Chao, ex cantante del desaparecido grupo Mano Negra, dijo en una conferencia de prensa que escribió una carta de aliento a Ignacio del Valle, un líder izquierdista detenido durante la operación de Atenco. El músico y otros activistas aseguran que del Valle está preso injustamente.