México refuerza su lucha contra el narcotráfico

El Gobierno de México dio hoy un paso más en su estrategia para combatir a los criminales que ha desatado una ola de violencia en Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos, al enviar a esa urbe a mil agentes federales que se sumarán a los 3.000 soldados enviados el fin de semana.

Con éstos en total vigilarán Ciudad Juárez, urbe con 1,5 millones de habitantes, 5.000 soldados (de los cuales había 2.000), más 1.543 agentes federales, de los que ya estaban 543 en esa ciudad.

"Estamos ya moviendo fuerzas para Juárez, se están trasladando para allá unidades de inteligencia", tanto para cuestiones técnicas como operativas, dijo a la prensa el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, al frente de la policía nacional. Durante el pasado fin de semana la Secretaría de la Defensa movilizó a la zona a 3.000 militares.

Amenazas de bombas

El reforzamiento en Ciudad Juárez del plan de fuerzas combinadas del Ejército y la Policía Federal Preventiva surgió la semana pasada cuando se realizó en esa urbe un cónclave de ministros del Gabinete de Seguridad, que reunió a los titulares del Interior, Seguridad Pública, Defensa y Marina, además del fiscal general.

El ministro del Interior, Fernando Gómez Mont, dijo entonces que las autoridades no iban a ceder "un centímetro de la plaza" a los narcotraficantes con el fortalecimiento del plan que lleva ya un año de ser aplicado.

La cumbre de ministros estuvo enmarcada por amenazas de bombas que obligaron a las autoridades a desalojar el aeropuerto de Ciudad Juárez. Un día después de ese encuentro el estado de Chihuahua, al que pertenece Ciudad Juárez, vivió una jornada violenta con el asesinato de unas veinte personas en distintas comunidades.

Pero desde que las tropas federales llegaron este fin de semana a Ciudad Juárez no se han reportado asesinatos atribuidos al crimen organizado.

Ejército, policía y agentes federales

En total, el Ejército tiene movilizados a unos 45.000 soldados para combatir al crimen organizado en todo el país, a los que se suman unos 20.000 agentes federales y decenas de miles de policías estatales y municipales.

Los carteles más poderosos en México son el del Golfo, cuyo liderazgo se disputan Heriberto Lazcano y Eduardo Costilla, el de Sinaloa, de "El Chapo" Guzmán, acérrimo enemigo del primero, el de los Arellano Félix y el de Juárez.

Estos grupos se disputan las rutas de tráfico hacia Estados Unidos, donde un kilo de cocaína pura tiene un precio de 28.000 dólares frente a los 1.800 que cuesta puesto en la frontera norte de México, según fuentes extraoficiales.