La novela de Josh Bazell tiene notas a pie de página igual que las autobiografías de mafiosos que leyó mientras se documentaba. Con un estilo que va directo al grano, el corrosivo debut literario de este médico y ex guionista de Hollywood se titula Burlando a la Parca (Anagrama/Bromera) y es un cóctel explosivo de violencia, vendettas y medicina.

Su protagonista es Peter Brown, médico residente del Hospital de Manhattan con un pasado oculto que, si se destapara, podría provocar un baño de sangre. En realidad se llama Pietro Brnwa y es un ex asesino a sueldo de la mafia, amparado por el programa de protección de testigos del FBI.

El autor describe la violencia con el disfrute sádico de Tarantino

La novela arranca la noche que Peter se topa con un paciente con cáncer terminal que le reconoce de cuando era Pietro y le propone un trato. Si le salva la vida no lo delatará a sus antiguos jefes que lo buscan para matarlo; de lo contrario, cantará.

En persona, Bazell es algo tímido y, aunque defiende su libro sin titubeos, casi parece como si quisiera dejar que el intérprete que lo acompaña hablara en su nombre. Sin embargo, como narrador, es un deslenguado transgresor que describe la violencia con el mismo disfrute sádico que esgrime Tarantino en su cine y, además, con el triple de sentido del humor.

Este médico y novelista neoyorquino que también fue ayudante del forense de la Policía de Nueva York asegura que su causticidad es 'natural'. 'Me limito a escribir lo que me da la gana', asegura, 'y luego mi editora lo lima' y lo hace publicable.

La trama de su primer libro es un cruce entre el sarcasmo del doctor House y la sórdida cotidianidad de Los Soprano (cuyo principal mérito, según Bazell, es haber desmitificado a la mafia). Al escritor no le disgusta la comparación pero puntualiza: 'Sólo he visto House en una ocasión, la fan es mi madre'. También se declara entusiasta de la filmografía de Robert Altman y deudor de la literatura negra de James Ellroy.

La adaptación de la novela al cine podría protagonizarla Leonardo Di Caprio, quien compró los derechos al ver el éxito de crítica y público que cosechó Burlando a la Parca en Estados Unidos.