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El MIDEM también se apunta a la moda verde

EFE

La preocupación por el medio ambiente ha calado en el Mercado Internacional del Disco y de la Edición Digital (MIDEM), que entregó hoy sus primeros premios MIDEM "Green World" a los eventos musicales pioneros en materia ecológica.

Los tres galardonados son el concierto de ámbito planetario "Live Earth", celebrado en julio de 2007 y apadrinado por el Premio Nobel de la Paz Al Gore; el festival de Roskilde (Dinamarca), una de las citas de rock al aire libre más grandes de Europa; y el Paleo Festival de Nyon (Suiza).

El MIDEM rinde así homenaje a los espectáculos de música en directo que han sabido integrar hábitos ecológicos de forma duradera y sensibilizar al público de los retos medioambientales y de la responsabilidad de cada uno en la protección del planeta.

Para recoger sus distinciones vinieron al MIDEM, la mayor feria de la música a nivel mundial, Kevin Wall (fundador y presidente de "Live Earth"), Henrik Rasmussen (director del festival de Roskilde) y Daniel Rossellat (presidente del Paleo Festival de Nyon).

Hechos en arcilla y a mano en Valencia por la diseñadora española Nieves Contreras, los galardones representan con su forma esférica al planeta y contienen una semilla real de Ginkgo biloba, con indicaciones para ser plantada por los premiados, explicó a Efe Paul Zilk, el presidente de Reed MIDEM (la sociedad gestora del MIDEM).

Zilk, que ejerció de maestro de ceremonias en el acto de entrega, destacó que los tres eventos galardonados han mostrado un compromiso "ejemplar" con la problemática del cambio climático.

"Live Earth" y los festivales de Roskilde y Nyon han permitido "sentar las bases" de lo que deben ser los conciertos en directo en el futuro, añadió Zilk, antes de ir detallando sucesivamente, apoyándose en la proyección de imágenes, las contribuciones de los premiados.

Uno tras otro fueron subiendo al estrado, por este orden, Rasmussen, Rossellat y Wall, quienes agradecieron la distinción y en alocuciones muy breves el primero subrayó que "todo esfuerzo es poco para que las generaciones futuras tengan un medio ambiente mejor", el segundo consideró que es "una obligación salvar el Planeta" y el tercero añadió que, para conseguirlo, "la música es un potente motor para mover las conciencias".

"Live Earth" ha sido premiado por haber logrado con éxito poner el poder movilizador de la música y de la diversión al servicio de la lucha contra el cambio climático.

Madonna, Metallica, Bon Jovi o The Police fueron algunos de los 150 artistas que participaron el 7 de julio pasado en ese concierto de ámbito planetario en el que ocho ciudades se turnaron hasta completar 24 horas de música.

El telón se alzó en Sydney (Australia) y le fueron dando el relevo sucesivamente Tokio, Shangai, Johannesburgo, Londres, Hamburgo, Nueva York y Río de Janeiro, donde se echó el cierre.

Reconocido como el evento de entretenimiento más grande jamás organizado, Live Earth consiguió el apoyo de medio millar de medios de comunicación entre televisiones, radios e Internet, que se embarcaron en la transmisión de conciertos en directo durante esas 24 horas, lo que implicó una audiencia de 2.000 millones de personas, con lo que batió todos los récords de participación.

Para predicar con el ejemplo, "Live Earth" puso en práctica una serie de reglas estrictas para tratar de disminuir al máximo el impacto en el medio ambiente de los conciertos que organizó en los cinco continentes.

Se recicló el 81 por ciento de la basura recogida en los conciertos y, por ejemplo, las grandes vallas publicitarias usadas en Johannesburgo se llevaron a los colegios de algunos pueblos de Sudáfrica para proteger del sol los patios de las escuelas.

En cuanto al Festival de Roskilde, cuyas iniciativas a favor del medio ambiente se remontan a 1994, es un pionero en materia de concienciación ecológica.

El Roskilde, que cada año recibe durante cuatro días el equivalente de la ciudad que le da su nombre (la quinta de Dinamarca), sirve todas las consumiciones en vasos de plástico y la mayoría son depositados por el público a los cubos de reciclaje.

En el festival danés, los desechos son separados en trece categorías y todas las materias orgánicas reutilizadas para fertilizar el sitio en el que se instala el concierto.

La cita, que se produce a principios de julio, está organizada por la Asociación Festival de Roskilde, entidad sin ánimo de lucro que destina los beneficios de la recaudación a causas humanitarias.

En la orilla del lago Leman, la ciudad helvética de Nyon acoge durante seis días a finales de julio al Paleo Festival, cuya peculiaridad reside en que está alimentado exclusivamente por energías renovables: el agua y el viento de los Alpes.

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