Este artículo se publicó hace 14 años.
Un miembro de Segi se enfrenta a 8 años por tener artefactos para la kale borroka
Miguel Jiménez Martín, miembro de Segi, la rama juvenil de ETA, será juzgado hoy en la Audiencia Nacional por poseer artefactos explosivos con los que supuestamente iba a cometer actos de violencia callejera en el transcurso de la fiestas patronales de Villaba (Navarra), el 6 de octubre de 2007.
Por estos hechos, la Fiscalía pide para él 8 años de cárcel como autor de un delito de tenencia de material incendiario con fines terroristas.
Según el escrito de conclusiones provisionales, Jiménez, junto a otras personas sin identificar, "se disponía a utilizar una serie de artefactos incendiarios artesanales contra objetivos no suficientemente detallados", en la noche del 6 al 7 de octubre, y con ese fin escondió el material debajo de dos coches aparcados en la calle de Santo Domingo.
La acción "fue observada por persona anónima que avisó a la Policía local", señala el escrito, que añade que los agentes que allí se desplazaron se incautaron de todo el material incendiario, así como de un chubasquero azul y de unos guantes de látex de los que se extrajo el ADN del acusado.
Debajo de los vehículos hallaron dos bolsas de plástico con nitrato potásico, nueve botellas de cristal con restos de gasolina y ácido sulfúrico y una garrafa de gasolina, "efectos todos ellos que los peritos TEDAX han incluido dentro de la categoría de artefactos incendiarios tipo cócteles molotov", explica la Fiscalía.
Además, en el domicilio del acusado en Barañaín (Navarra), los agentes encontraron una pegatina de ETA, dos CD de Segi, el libro "Los hombres de ETA" y dos forros polares con el emblema de la ilegalizada Askatasuna.
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