Este artículo se publicó hace 17 años.
La mil caras de Andy Warhol se reúnen en una exposición
Las imágenes de Andy Warhol que el propio artista y sus amigos realizaron a uno de los máximos representantes de la cultura del siglo XX durante diversos períodos de su vida se han reunido en la Casa Encendida, en Madrid, en una exposición que pretende revelar una de las facetas menos conocidas de su obra.
"Warhol sobre Warhol", que puede visitarse desde hoy y hasta el próximo 20 de enero, muestra más de doscientas piezas procedentes de instituciones, colecciones privadas y galerías, algunas de las cuales se exponen por primera vez.
La idea general del proyecto es mostrar "la autobiografía de un sujeto fracturado que se refleja en los demás", explicó la comisaria de la exposición, Estrella de Diego, durante la presentación de la muestra.
Fotografías de diversos formatos -hay polaroids, fotomatones, acetatos-, realizadas por Warhol y otros artistas como Robert Mappelthorpe, Christopher Makos, Cecil Beaton y Marcus Lethrdale, componen el retrato coral de un personaje complejo sin en el que, según ha destacado Estrella de Diego, sería difícil entender "todo lo que ocurrió en el arte del último tercio del siglo XX".
Son imágenes que tienen el sentido trágico de los retratos de Warhol, que exhibe sin pudor ante las cámaras de Richard Avedon, Brigid Berlin o Fischer las cicatrices que dejó en su cuerpo el ataque que sufrió a manos de Valerie Solanas en 1968.
Otras veces el artista experimentó con su propio cuerpo y se sometió a una serie de autorretratos vestido de mujer a comienzos de los años ochenta, un época en la que también posó con esa imagen para otros autores como Christopher Makos, quien participará mañana en Madrid en un coloquio organizado con motivo de la exposición.
Warhol también buscaba al espectador en algunos retratos, en los que se le puede ver disparando al objetivo diversas máquinas fotográficas en las calles de París, Nueva York o en un estudio.
Cronológicamente, la exposición arranca en 1950, año al que pertenece el "Retrato de Andy Warhola" -el artista, que aún no se había cambiado el nombre, luce una pajarita-, pintado por Philip Pearlstein, y concluye con los autorretratos "con peluca electrizada" que firmó meses antes de su muerte.
En sus retratos y autorretratos, el artista aparece siempre "como un adolescente", que "nos mira vulnerable" desde el otro lado, sin adoptar jamás la pose de una gran celebridad, subrayó De Diego.
Fundamentalmente, ofrece a los visitantes lo que la comisaria denominó "la antítesis del Warhol publicitario".
Sin embargo, también hay espacio para algún ejemplo de su obra más popular, representada por diez retratos realizados a Mick Jagger en 1975 y alguno de los cuadros de las series que dedicó a Jackie Onassis, Liz Taylor y Marilyn Monroe.
En el patio de la Casa Encendida, que este año cumple su quinto aniversario, se ha instalado un fotomatón en el que pueden entrar los visitantes de la exposición para retratarse.
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