Casi mil personas se reúnen en un pueblo de Palencia para rememorar una fotografía de hace 50 años

La fotógrafa palentina de 82 años Piedad Isla ha reunido a cerca de un millar de personas en la Plaza Mayor de Cervera de Pisuerga (Palencia) y las ha inmortalizado con su cámara fotográfica en una foto de familia, emulando otra instantánea similar que ella misma tomó en 1959.

En aquella ocasión unas 500 personas se concentraron en la misma plaza para escuchar el sermón de despedida que pronunciaban unos misioneros, llegados a Cervera de Pisuerga en busca de nuevas vocaciones, ha recordado Piedad Isla en declaraciones a Efe.

"No tuve que colocar a nadie, la foto me vino impuesta, lo único que hice fue subirme al mismo balcón desde el que el misionero pronunciaba el sermón y fotografiar a toda la gente, que evidentemente estaba mirando en esa dirección", ha comentado la fotógrafa.

Hoy se ha colocado en el mismo sitio y ha buscado un encuadre muy similar para "imitar" aquella foto y comprobar después "como ha pasado el tiempo y lo diferentes que éramos entonces".

Esta vez la fotógrafa, jubilada desde 1995, ha usado una cámara digital y otra de carrete, que ha cargado con un negativo en color, que para eso han pasado más de cincuenta años y "el color será precisamente el encargado de hacer más evidente esa distancia", ha subrayado.

En la Plaza Mayor de Cervera de Pisuerga se han dado cita los hijos y los nietos de aquellos primeros modelos, aunque también ha habido personas que han podido darse el gusto de aparecer en las dos fotografías, ya que entonces eran unos niños.

Cerca de mil personas han abarrotado la plaza de Cervera de Pisuerga respondiendo al llamamiento que se había hecho desde hace algunos días a través de aquella instantánea de 1959, que desde el pasado día 7 estaba colocada en unos enormes paneles en la plaza animando a la gente a acudir a la cita de hoy.

Lo han hecho con puntualidad, a la hora fijada, y con seriedad y respeto, a pesar de que Piedad Isla temía que los avatares de la vida moderna le restasen interés a esta convocatoria, que había decidido tomarse como "una aventura" más en su vida.

Apenas ha sido necesario dar órdenes y todos los participantes han posado durante unos minutos, hasta que la fotógrafa, a través de un megáfono, ha anunciado que la foto ya estaba hecha.

La fotografía de hoy era "una forma de devolverle a Cervera y a la Montaña Palentina todo lo que sus gentes me han dado", ha afirmado esta mujer de 82 años "ilusionada" ante el homenaje que estos días le rinde a su vez la localidad.

Aunque dice que son los primeros premios los que más ilusión hacen, porque luego la edad da una visión muy relativa de las cosas, "sigo emocionándome con estos homenajes".

"Estos retos me mantienen viva, si no fuera por ellos, la vida sería muy aburrida", ha añadido la fotógrafa, que además de impulsar la creación de un Museo Etnográfico y supervisar la digitalización de todo su archivo fotográfico, formado por más de 200.000 negativos, trabaja en la edición de varias publicaciones.