Este artículo se publicó hace 16 años.
Miles de obreros denuncian en Filipinas su pobres condiciones laborales
Miles de obreros marcharon hoy en Manila y otras ciudades de Filipinas con ocasión del Día de los Trabajadores para denunciar sus pobres condiciones laborales, mientras el Gobierno ofrecía subidas al funcionariado y anunciaba 102.000 puestos de trabajo.
Unos 800 agentes del orden protegieron el Palacio de Malacañang, la residencia oficial de los jefes de Estado, de los manifestantes que intentaron acercarse al lugar.
La diputada Risa Hontiveros-Baraquel, del partido opositor Akbayan, indicó que si tuviera que evaluar el mandato de la presidenta Gloria Macapagal Arroyo "le pondría un cero, y sin derecho a repesca", porque sus políticas no han mejorado las vidas de los trabajadores.
La mandataria llegó a la jefatura del Estado desde la vicepresidencia el 20 de enero de 2001 en la cresta de una revuelta popular pacífica e hizo tres promesas al jurar el cargo: impulsar la economía, favorecer a los pobres y combatir la corrupción y el nepotismo.
"Estamos agradecidos al Gobierno por reconocer la necesidad de aumentar nuestro salario, no obstante, un diez por ciento o unos mil pesos (23,7 dólares o 15,2 euros) por profesor es poco si se considera el encarecimiento de las cosas", apuntó el docente Benjo Basas, de la Coalición Dignidad para los Profesores.
Basas recordó que la paga de los maestro públicos y de los funcionarios estuvo congelado desde 2001 hasta el año pasado y dijo que el sueldo mensual medio actual de un educador ronda los 12.000 pesos (284,5 dólares o 182,7 euros), mientras que el coste de la vida asciende a 20.000 pesos.
La Administración de Macapgal Arroyo paga mejor a un militar que a un profesor, dado que un teniente de segunda, que según el senador Rodolfo Biazono sería el equivalente a un instructor público, recibe unos emolumentos mensuales básicos de 16.000, con la posibilidad de llegar a los 30.000.
La Alianza Progresiva de los Trabajadores acusó a la mandataria de haber incumplido su meta de crear una millón y medio de puestos de trabaja anuales y dijo que el Gobierno manipula los datos oficiales redefiniendo el significado de "desempleado" para cubrir su fracaso.
"¡Ya está bien de las campañas de relaciones públicas! Lo que necesitamos son soluciones estructurales para problemas estructurales", manifestó el presidente de la Alianza, Daniel Edralin.
Mientras los obreros marchaban por las calles de Manila y de otras ciudades del país, las autoridades anunciaban la creación de 102.000 puestos de trabajo en "call centers" (centros de llamadas internacionales), en un programa gubernamental en colaboración con 70 compañías locales y 38 agencias de empleo en el extranjero.
A ello se unió la presentación de un fondo de ayuda que beneficiará 8.455 trabajadores, sin contar la subida del 10 por ciento para el funcionariado que ha ocupado las portadas de los diarios oficiales.
El presidente de la Confederación Patronal de Filipinas, Sergio Ortiz-Luis, consideró innecesarias las subidas que piden los sindicatos y organizaciones laborales.
"Somos el único país del mundo que se siente obligado a subir los sueldos el primero de mayo, sea necesario o no. Creemos que es innecesario que tengamos que tratar este asunto todos los años", añadió Ortiz-Luis.
La Patronal filipina es de la opinión que "tantas subidas salariales" encarecen la mano de obra y merman la competitividad.
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