Este artículo se publicó hace 16 años.
Miles de personas acuden a un concierto de la Filarmónica con alma española
Decenas de miles de personas se congregaron hoy, desafiando a la lluvia, en los jardines del palacio imperial de Schönbrunn para escuchar el "Concierto nocturno de Verano", con alma española en el repertorio, de la Filarmónica de Viena.
El veterano maestro francés Georges Prêtre dirigió de memoria, sin partituras, a los filarmónicos en el concierto gratuito al aire libre que destacó este año por las piezas de inspiración española.
Las castañuelas de "La marcha española", de Richard Strauss, así como la enérgica "España", de Emmanuel Chabrier, fueron las dos piezas de inspiración hispana en el repertorio.
La Filarmónica abrió la velada, como viene siendo habitual en estos conciertos, con el vals "Wiener Blut" ("Sangre Vienesa") como saludo desde Viena a los telespectadores europeos que siguieron el concierto.
Otras piezas del repertorio contaron con una indudable inspiración francesa, como la "Rosenkavalier Suite", de Richard Strauss, así como "Barcarole", de Jacques Offenbach, y "La Valse", de Maurice Ravel.
El concierto fue retransmitido en directo por numerosas televisiones del mundo, por lo que la audiencia potencial podría llegar a los 60 millones de personas.
Los organizadores habían previsto todo para acoger hasta a 150.000 personas en el concierto al aire libre, pero la continua lluvia desalentó a muchos a acudir al palacio de verano de la dinastía de los Habsburgo.
Aún así, fueron decenas de miles de personas las que se acercaron con chubasquero -repartidos por los organizadores- y paraguas para disfrutar de la magistral dirección de uno de los maestros más reputados.
El director de la Filarmónica, Clemens Hellsberg, aseguró que pretendían "atraer con este concierto gratuito la atención a la música clásica de aquellas personas que no tienen que ver con ellas".
Al final del concierto, Hellsberg agradeció al público su fidelidad y dijo que era "increíble que decenas de miles de personas hubieran seguido pese a la lluvia el concierto".
El último de los cuatro "bises" de los filarmónicos fue la pieza "Bugler's Holiday", del compositor estadounidense Leroy Anderson (1908-1975), para homenajearle por el centenario de su nacimiento.
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