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Miles de personas en toda España condenan en silencio el asesinato de Puelles

EFE

Miles de personas expresaron en silencio el mediodía del sábado su condena por el asesinato del inspector de Policía Eduardo Puelles en Arrigorriaga y su repulsa a ETA, en concentraciones en numerosos ayuntamientos de España en las que mostraron su apoyo a las Fuerzas de Seguridad.

Varios miles de vascos se concentraron durante quince minutos en los pueblos y capitales vascas pero fue Arrigorriaga, lugar del atentado y donde vivía Puelles, el que concentró a los principales representantes políticos.

Allí se reunieron en silencio la madre y dos hermanos del agente asesinado, rodeados por un centenar de vecinos, el lehendakari, Patxi López; el presidente del Senado, Javier Rojo; la presidenta del Parlamento, Arantza Quiroga, y los máximos dirigentes del PNV, Iñigo Urkullu; del PP vasco, Antonio Basagoiti; de EB, Mikel Arana, y la secretaria de organización del PSOE Leire Pajín.

"Para nosotros, mi hermano es un héroe y no una víctima, y como tal ha muerto; es un gudari nagusia (gran soldado)", dijo emocionado Josu Puelles, uno de los hermanos del policía asesinado.

Además de en Arrigorriaga, los vascos siguieron la convocatoria que hizo el lehendakari y rechazaron el atentado frente a los ayuntamientos de las tres capitales vascas, mientras que en Navarra, las principales autoridades de la Comunidad Foral, encabezadas por su presidente, Miguel Sanz, se concentraban a mediodía junto a la sede del Parlamento.

Sanz criticó después la abstención de NaBai en la declaración institucional que aprobó el viernes la Cámara foral en condena por el atentado y recordó que "la lucha contra el terrorismo no es una cuestión de matices".

La excepción en el seguimiento de la convocatoria que hizo el viernes la Federación de Municipios y Provincias fue Sevilla, donde sólo fueron catorce personas las que se concentraron a las puertas del Ayuntamiento y no hubo ningún miembro del gobierno municipal, aunque sí el portavoz del PP, Juan Ignacio Zoido.

La explicación está en la confusión en el día de la concentración por la convocatoria de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) que envío el viernes hasta tres convocatorias distintas.

En Madrid tampoco hubo una gran afluencia de vecinos en la Plaza de la Villa, pero sí acudió a la concentración toda la corporación municipal para mostrar, juntos y en silencio, su rechazo al atentado.

El alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, destacó la asistencia de los tres grupos municipales que el viernes discutían en el debate sobre el estado de la ciudad. "Nos unimos, como están unidos todos los madrileños en contra del terrorismo, en contra de la barbarie de ETA", señaló.

El ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco, participó en la concentración de Santiago de Compostela donde reiteró que el "único destino" de ETA es "que entreguen las armas definitivamente".

Frente al Ayuntamiento de Valencia, el recuerdo a la última víctima de ETA reunió a políticos, vecinos y turistas de la ciudad, cuya alcaldesa, Rita Barberá manifestó el "desprecio absoluto por la violencia asesina".

En Zaragoza fueron más de doscientas personas las que repudiaron el atentado en una concentración encabezada por el alcalde, Juan Alberto Belloch, que se desarrolló en un silencio roto por los aplausos como símbolo de unidad contra el terrorismo.

Belloch dijo después que no se le va de la cabeza el dolor de la esposa, los dos hijos, el hermano, los familiares y los amigos del inspector asesinado. "Eso es lo más espantoso. Estarán pensando cómo murió", señaló.

Algo más de 1.400 personas mostraron en las nueve capitales de Castilla y León el rechazo del terrorismo y la repulsa por el asesinato de Eduardo Puelles.

Frente al Ayuntamiento de Burgos, el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, recordó que "ETA está más débil que nunca, pero mientras queden dos o tres asesinos tendrá capacidad para matar".

En Málaga fueron medio centenar de personas las que se concentraron ante las puertas del Ayuntamiento, cuyo alcalde, Francisco de la Torre, dijo que ETA "no conseguirá más que sumar algún dolor más" con el camino de la violencia que será "corto" gracias a la eficacia de las Fuerzas de Seguridad.

El presidente de La Rioja, Pedro Sanz, quiso unirse a las doscientas personas que, en la plaza del Ayuntamiento de Logroño, repudiaron con su silencio el asesinato de Eduardo Puelles.

Un centenar de personas frente al Ayuntamiento de Badajoz, y varias decenas en la Plaza de España de Mérida, expresaron la condena del pueblo extremeño al atentado, ya que en Cáceres la concentración ha sido convocada para el próximo lunes.

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