Este artículo se publicó hace 16 años.
Los militantes del PSUV celebran una victoria agridulce, animados con la visita de Chávez
Los militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) celebraron esta noche en Caracas lo que fue una victoria agridulce en los comicios regionales, animados finalmente por la visita sorpresa del presidente Hugo Chávez.
Tras horas de espera, los militantes 'chavistas' reunidos en el hotel de Caracas donde el PSUV instaló su comando central de campaña pudieron comprobar como, pese a mantener en su poder la gran mayoría de los estados del país, perdieron Caracas y otras gobernaciones.
"No me lo puedo creer" se lamentó una simpatizante del partido, visiblemente contrariada, cuando la rectora del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, informó de que, contra todo pronóstico, el candidato opositor Antonio Ledezma ganó la alcaldía de Caracas.
Los aplausos y los vítores con los que se celebraron cada una de las 17 gobernaciones conseguidas hasta ese momento, especialmente en los estados donde la contienda se presentaba más reñida, como Barinas, quedaron silenciados ante unas derrotas que resultaron más dolorosas por lo inesperadas.
Lejos quedó el optimismo con el que simpatizantes como la joven Oriana Ortega, de 22 años, pronosticaba al principio de la tarde que las fuerzas afines al oficialismo ganarían en 20 estados y "seguro" que conservarían la capital venezolana.
La incredulidad no impidió a otros militantes hacer una primera autocrítica y reconocer errores, en improvisados corrillos a la espera de la reacción oficial del partido.
El ánimo remontó con la sorpresiva llegada de Chávez, quien se acercó al comando central de campaña de su partido, donde se fundió en un abrazo con el aspirante a la alcaldía de Caracas de su partido, Aristóbulo Istúriz.
Istúriz, al igual que Diosdado Cabello, que se presentaba en el estado Miranda, región que incluye las zonas aledañas a la capital, fueron los gran derrotados de la noche, aunque Chávez les prodigó palabras de afecto ante los aplausos de sus seguidores.
Decenas de 'chavistas' se quedaron fuera del salón donde se ofreció la rueda de prensa, si bien se hicieron presentes al grito de "Queremos ver a Chávez", o "Chávez, escucha, el pueblo está en la lucha".
El presidente fue recibido con el clásico "¡Uh!, ¡ah!, Chávez no se va", y éste levantó el ánimo de sus simpatizantes felicitando a su partido por la "gran victoria" cosechada en las elecciones, según afirmó.
Chávez reconoció el éxito de sus oponentes políticos y se felicitó por la elevada participación de los ciudadanos, ideas que fueron igualmente jalonadas por los simpatizantes del PSUV.
El clima cordial tan solo se vio tímidamente empañado por los abucheos a una periodista del canal privado Globovisión, tras realizar una pregunta que no gustó al público asistente.
La atención mediática en el cuartel general del PSUV habilitado para las elecciones fue enorme, con la presencia de numerosos medios nacionales e internacionales.
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