Los militares obstaculizan la restitución de Zelaya

Horas de vértigo en Honduras. El ultimátum lanzado contra los golpistas por el presidente depuesto, Manuel Zelaya, ha expirado sin acuerdo final, aunque "hemos avanzado hasta el 95% Esperamos cerrarlo en la tarde de mañana (por hoy viernes, medianoche en España)", declaró Víctor Meza, jefe de la delegación de Zelaya en la Mesa de Guaymuras.

"A petición del señor Micheletti, hemos decidido ampliar el plazo en busca de una versión última, luego de eso tomaremos las decisiones que correspondan... Estamos dando una oportunidad para la paz", añadió Meza.

Honduras se juega su futuro próximo en medio del pulso entre los líderes de ambos bandos, Zelaya y Micheletti. Un pulso en el que también ambos se juegan qué lugar ocuparán en la Historia de su país.

¿Y si no se llega a un acuerdo? "Si no se logra una salida negociada -prosiguió Meza-, las consecuencias serán la ingobernabilidad, el desorden y la convulsión social, que ningún hondureño bien nacido quiere para su país".

Las conversaciones, al detalle

El punto que sigue sobre la mesa, sin formato ni plazos definitivos, es la restitución de Zelaya. Una restitución que estuvo a punto de convertirse en un acuerdo definitivo durante el miércoles, pero que se paralizó en unas horas que parecen extraídas de una película de Hitchcock. Público ha podido reconstruir los hechos que pudieron haber cambiado la historia de este país centroamericano.

Algunos no quieren ver a Zelaya de nuevo en la Casa Presidencial

Un texto consensuado, "materia prima de acuerdo", fue presentado a Micheletti por sus mediadores. El presidente de facto conocía al detalle las conversaciones. Pero la noticia del principio de acuerdo copó informativos y periódicos internacionales, "incluso la CNN lo lanzó al aire", destacan fuentes cercanas a los mediadores del gobierno de facto.

El efecto mediático provocó la alarma entre los militares, según ha podido saber Público. La reacción de sus mandos más importantes provocó el frenazo de Micheletti, que hizo público un comunicado desmintiendo el acuerdo final, suspendido los diálogos durante una tarde y llamando a la responsabilidad de los medios.

Y es que Micheletti no sólo recibe las presiones internacionales, lideradas por Estados Unidos, que le empujan a encontrar una solución para la crisis que castiga a Honduras desde el 28 de junio. También militares y sectores económicos empujan en sentido opuesto: algunos no quieren ver a Zelaya de nuevo en la Casa Presidencial.

"Micheletti hizo observaciones a nuestro texto consensuado y por eso estamos aquí", desveló Meza.

Trama hitchcockiana

El acuerdo contempla la restitución de Zelaya siempre antes de las elecciones del 29 de noviembre. "Lo que estamos negociando es el mecanismo, los tiempos que llevaría. Para nosotros es innegociable que se produzca después del proceso electoral, ya que esta dictadura no permitiría la igualdad de condiciones entre los distintos candidatos", desveló Rasel Tomé, ex titular de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, a este periódico. "Y sólo somos nosotros los que estamos capitulando en distintos puntos".

"Cómo necesitábamos una alegría así, tanto tiempo esperando"

Una de las víctimas de rumores y manipulaciones fue el propio Víctor Meza, al que durante horas se le "convirtió" en presidenciable. Un periódico local, La Tribuna, apostó porque el ex ministro de Gobernación y Justicia sustituiría a Zelaya tras la reposición de éste y su posterior dimisión.

Público interrogó a Meza sobre esta hipótesis:

-¿Le han querido desprestigiar entre sus filas con este globo sonda?

-No sé si desprestigiar. En todo caso, me han querido amargar el día.

El desenlace de esta trama hitchcockiana, para bien o para mal, se conocerá en las próximas horas. Más vértigo para un país que prolongó durante todo el día la euforia de la milagrosa clasificación para el Mundial de Suráfrica.

"Cómo necesitábamos una alegría así, tanto tiempo esperando", se congratulaba uno de los vendedores callejeros de prensa en el Bulevar Morazán, artería principal de la ciudad. Doble alegría para el vendedor: se agotaron todas las ediciones de los diarios.