Este artículo se publicó hace 16 años.
Millás experimenta en su última obra "hasta dónde se puede ajustar la maquinaria"
El escritor Juan José Millás ha explicado hoy en Santander que en "Los objetos nos llaman" ha experimentado "hasta dónde se puede ajustar la maquinaria", un ejercicio literario que considera especialmente apropiado para los cuentos.
Millás, antes de intervenir en la tertulia literaria "Más que palabras" que organiza la Obra Social y Cultural de Caja Cantabria, ha explicado que "Los objetos nos llaman" es un libro de cuentos que concibió hace años "entre la vigilia y el sueño", estado en el que reconoce haber ideado muchos de sus escritos tanto de narrativa como periodísticos.
"En ese estado soñé con un libro en el que todos los cuentos tuvieran la misma atmósfera", ha precisado Millás en conferencia de prensa y ha añadido que en los cuentos que forman esta obra son "como callejones de un casco antiguo de una ciudad vieja, donde encuentras sorpresas".
Quizá el primer sorprendido por el resultado final haya sido el propio autor, ya que, según él mismo explica, no estaba en sus cálculos estructurar la obra en dos partes.
Al respecto, el Premio Planeta de 2007 con "El Mundo", explica que apartó alguno de los relatos del conjunto de cuentos que iba a destinar a "Los objetos nos llaman", porque, a su juicio, "no añadían significado" a la obra.
Y, precisa que, aunque no preveía hacerlo así, finalmente la obra se dividió en dos partes -Los orígenes y La vida- con una primera selección de cuentos que tienen que ver con la infancia, la juventud, el barrio y los amigos; y una segunda en la que los personajes son ya adultos aunque con la misma perplejidad y extrañeza.
"Los objetos nos llaman", según Millás, es en cierto modo una serie de cuentos que se unen para formar una "novela clandestina".
El Premio Nacional de Narrativa 2008 ha subrayado que, principalmente, lo que ha tratado de conseguir en esta obra es "llevar la economía narrativa hasta el extremo", algo que cree haber logrado porque, finalmente, "los cuentos tienen algo de laberinto y no pueden ser más breves".
"He tratado de que lo que se puede decir con tres palabras no decirlo con seis", apunta Millás y explica que para salir airoso de ese "experimento" ha echado mano de los recursos periodísticos.
"Le debo mucho al periodismo", ha añadido Millás al tiempo que recordaba sus primeros pinitos en esta profesión, cuando dictaba por teléfono sus artículos tratando de afinarlos para que diera un número de líneas determinado.
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