Este artículo se publicó hace 16 años.
Millones de colombianos paralizan el país contra los secuestros de las FARC
Millones de colombianos paralizaron hoy las calles y avenidas de las principales ciudades del país para protestar contra las FARC y pedir a esta guerrilla que libere a los cautivos y no cometa más secuestros.
En lo que ya ha sido considerada como una manifestación sin precedentes en Colombia, al mediodía local (17.00 GMT) gente de todas las edades se tomó las calles de Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Bucaramanga, Cartagena y decenas otras ciudades y pueblos para manifestarse contra la guerrilla con pancartas y banderas.
En Bogotá, la gigantesca marcha principal llegó a la plaza de Bolívar, en el centro, donde unas 50.000 personas vestidas de blanco corearon consignas contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), contra el secuestro, el terrorismo y la violencia.
La marcha, que en un comienzo era virtual, fue convocada el pasado 4 de enero por un grupo de profesionales colombianos jóvenes por medio de la red social de internet Facebook con el título "Un millón de voces contra las FARC".
Mas tarde, la protesta se convirtió en real y se organizaron marchas en más de 130 ciudades del mundo, además de las localidades colombianos.
Por las calles de Bogotá desfilaron centenares de miles de manifestantes con pancartas en las que se leían frases como "No más FARC", "No más secuestros", "No más muertes" y "No más terrorismo".
Edificios, balcones e incluso grúas de obras de construcción se adornaron con banderas blancas y colombianas, saludando el paso de los manifestantes por las principales avenidas.
Numerosos comercios y oficinas cerraron las puertas poco antes del mediodía para permitir que sus empleados se sumaran a las caminatas.
Los participantes, concentrados en media docena de sitios de Bogotá, marcharon con camisetas con la leyenda "Colombia soy yo" y algunos de ellos lanzaron racimos de globos blancos de paz, un panorama que se repitió a lo largo y ancho del país.
Las FARC, fundadas en 1964, son la guerrilla más grande y antigua del país, y tienen más de 700 personas secuestradas, según fuentes oficiales.
Entre esos cautivos figura un grupo de 44 políticos, militares, policías y extranjeros que ese grupo aspira a canjear por alrededor de 500 rebeldes presos.
Aunque el Gobierno había advertido de que apoyaba la marcha, pero no intervendría, por ser una iniciativa de civiles, el ministro del Interior y Justicia, Carlos Holguín Sardi, acudió a la Plaza de Bolívar.
Allí manifestó: "Esta movilización refleja la expresión de todo un pueblo unido que dice que por la paz queremos ya la libertad de todos los secuestrados".
"Es un mensaje para Colombia y para el mundo entero", expresó el ministro, quien añadió: "los colombianos jóvenes tienen derecho a vivir en una Colombia distinta a la que nos tocó vivir a nosotros".
El presidente Álvaro Uribe se mantuvo fuera de los medios de comunicación durante la marcha, ya que dirigió una reunión de seguridad en la ciudad de Valledupar (norte).
Una hora antes, la coalición de izquierda Polo Democrático, opositora del Gobierno de Uribe, realizó una marcha alternativa por el centro de Bogotá, para no coincidir con la principal, que, según ese grupo, beneficia al mandatario.
Mientras tanto, los familiares de algunos de los 44 secuestrados asistieron a una misa oficiada en la céntrica iglesia del Voto Nacional, luego de anunciar que no participarían en la marcha por temor a polémicas con las FARC y porque los organizadores no estaban pidiendo el acuerdo humanitario para el canje.
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