Este artículo se publicó hace 15 años.
Los minicerdos, la mascota de moda en Reino Unido
Olvídese de los perros de diseño y los chihuahuas del tamaño de un bolso, ahora las mascotas de moda en Reino Unido son los minicerditos.
La única criadora de Reino Unido afirma que las ventas se han triplicado en los últimos meses.
"Es una locura", dijo Jane Croft, de Little Pig Farm, a Reuters. "La gente los adora, son del tamaño que buscan".
Sus cerditos más pequeños, que son del tamaño de una pinta de cerveza, miden sólo 6,3 cm de largo y como mucho llegan a medir 30 cm.
La antigua granjera empezó a criar cerditos como mascotas en lugar de convertirlos en bacon porque tenía problemas con un aspecto de su negocio de cerdos Old Spot de Gloucester.
"Me consternaba cada vez que los llevaba al matadero. Cuando iba a recogerlos después veía quién era quién y no podía soportarlo", dijo Croft.
Unos años después volvió al mundo porcino, pero esta vez recreando en miniatura el ambiente de su lugar de procedencia, el condado inglés de Cambridgeshire.
"Fui por todo el país comprando todos los cerditos que pude y empecé a criar minicerditos por mi cuenta, y así es como empezó", explicó.
Contrariamente a lo que piensa la mayoría de que los cerdos son sucios y que huelen mal, Croft dijo que podían vivir en una casa fácilmente. Ella enseña a sus minicerdos a utilizar una caja para hacer sus necesidades y dice que son más fáciles de educar que los perros.
"Son increíblemente limpios y son muy, muy inteligentes. Les encanta el follón, así que son una muy buena mascota".
Pero advierte de que no es lo miso que tener un gato, porque los cerditos necesitan mucha atención.
"Tienes que tener a alguien en casa todo el tiempo. Tuve uno que aprendió a abrir el congelador y a sacar el pan de ajo", dijo Croft.
Afirmó que los cerdos son una mascota estupenda porque no necesitan salir a paseo, no tiene pelaje que cuidar y son criaturas sociables y divertidas que se adaptan bien a la vida familiar.
"Cuanta más atención les das, mejor. No son animales agresivos. Los niños pueden rascarlos, limpiarlos y cepillarlos y a los cerdos les encanta".
"A un gato puede no gustarle, a un perro puede aburrirle, pero un cerdo se queda ahí y deja que los niños se le suban encima", añadió.
Cuanto más pequeño es el cerdito, más caro es. El minicerdito más caro cuesta 677 euros, pero Croft no se los vende a cualquiera.
"A la gente que dice 'Sólo quiero uno blanco, con ocho puntos negros y tiene que ser esto y lo otro' no se los vendo. No puedes hacerlos al dedillo en una noche, no son una mascota de diseño", dijo.
Croft vende hasta 10 minicerditos a la semana, mezcla de muchos tipos de crías diferentes, entre ellas Tamworth, Gloucester Old Spot, Berkshire y cerdos alemanes.
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