Este artículo se publicó hace 15 años.
La ministra de Sanidad alemana, bajo presión tras el robo de su coche oficial en España
La ministra alemana de Sanidad, la socialdemócrata Ulla Schmidt, ha cosechado un aluvión de críticas por usar el coche oficial durante sus vacaciones en España, circunstancia que tan sólo ha salido a la luz porque el vehículo fue robado la semana pasada en Alicante.
La portavoz del Ministerio salió hoy al paso de las críticas formuladas desde la oposición pero también del socio de coalición, y subrayó que Schmidt actuó en todo momento dentro de lo que establece el reglamento sobre el uso de coches oficiales.
Este establece que todos los Ministerios tienen derecho a usar un coche oficial, tanto dentro como fuera del país, e incluso para fines privados, siempre y cuando costee éstos últimos de su bolsillo.
El caso salió a la luz el fin de semana al informar el Ministerio de la desaparición del coche, que se produjo después de que los ladrones entraran en la habitación del chófer y robaran las llaves del vehículo, un Mercedes de la clase S.
Aunque el comportamiento es legal, Schmidt se ha visto enfrentada a la acusación de haber derrochado dinero público, por trasladar un coche más de 2.400 kilómetros y por los costes que se derivan de ese transporte, como la manutención y alojamiento del chófer.
Su portavoz justificó hoy la medida con el argumento de que "el alquiler de un coche de estas características en España es muy caro y sale al día por lo mismo que el traslado del vehículo oficial desde Berlín a Alicante, unos 500 euros".
La citada portavoz insistió en que Schmidt está dispuesta a rendir cuentas a la comisión presupuestaria del Parlamento, tal como lo han exigido varios políticos de la oposición.
Las críticas no sólo le han llovido desde la oposición sino también del socio de coalición, la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel, que, a dos meses de los comicios generales, ha aprovechado el incidente para sacar tajada electoral.
"Con su comportamiento Schmidt daña la reputación de los más de 600 diputados del Bundestag" y fomenta la desconfianza del ciudadano en los políticos", subrayó el portavoz de asuntos presupuestarios de la CDU, Georg Schirmbeck, en declaraciones que publica hoy el diario "Osnabrücker Zeitung".
Aunque desde sus filas socialdemócratas no se han escuchado abiertamente críticas, Schmidt se quedó hoy aislada dentro del gabinete ministerial, al anunciar todos los portavoces que sus jefes nunca utilizan el coche oficial en vacaciones.
La única excepción la forman los titulares de carteras consideradas de riesgo elevado, como el de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, en el caso de los ministros socialdemócratas, o la canciller Merkel y los ministros de Defensa e Interior, Franz-Josef Jung y Wolfgang Schäuble, respectivamente, en el de los cristianodemócratas, que están obligados a utilizar un coche oficial blindado.
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