Este artículo se publicó hace 14 años.
Los ministros del Eurogrupo concretarán hoy la ayuda financiera a Grecia
Los ministros de Economía y Finanzas de los países de la zona euro (Eurogrupo) celebran hoy una reunión por videoconferencia para concretar los mecanismos de una ayuda presupuestaria a Grecia.
Se trata del segundo intento de calmar a los mercados y de aliviar la extraordinaria presión que siguen ejerciendo sobre las obligaciones y bonos del Tesoro griego, a pocos días de una nueva operación de refinanciación de la deuda pública de este país.
El primer ministro griego, Yorgos Papandréu, pidió el pasado jueves al jefe del Gobierno español y presidente de turno de la Unión Europea, José Luis Rodríguez Zapatero, que la concreción del paquete de ayuda se hiciera lo antes posible, según reveló este fin de semana el diario británico "Financial Times".
A raíz de esa petición, Zapatero ha mantenido contactos con otros líderes europeos para tratar de acelerar el cierre del acuerdo.
El propósito de la videoconferencia no sería otorgar ya a Grecia una ayuda, sino demostrar que todos los complejos detalles de la operación están cerrados y que el mecanismo está listo para cuando el Gobierno griego lo requiera.
Altos cargos de Finanzas y representantes de los bancos centrales cerraron el viernes la mayor parte de los detalles técnicos, especialmente el tipo de interés que debería abonar Atenas si finalmente pide que se activen las ayudas.
"Se ha avanzado mucho a nivel técnico. Los elementos están definidos", aseguró entonces otra fuente oficial, que pidió el anonimato.
Los líderes de la Eurozona acordaron hace dos semanas las características generales del instrumento financiero de emergencia, que constaría en su mayor parte de préstamos estatales bilaterales y de una aportación "sustancial" del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La aplicación del mecanismo requeriría, primero, una solicitud formal por parte del Gobierno griego, lo que hasta ahora no se ha producido, y, segundo, la aceptación unánime por parte de los socios de la Eurozona, un requisito que ha alimentado el escepticismo de los mercados debido a la ostensible reticencia de Alemania.
Hoy, en una entrevista que publica el diario griego To Vima, el primer ministro, Yorgos Papandreu, vuelve a insistir en que no ha pedido la activación del mecanismo, pero que lo hará si es necesario.
"La cuestión sigue siendo si este instrumento convencerá a los mercados como si se tratara de una pistola puesta sobre la mesa. Si no los convence, el mecanismo está ahí para ser utilizado", advierte.
El compromiso político alcanzado por los dieciséis miembros del euro en marzo precisó que el tipo de interés al que será prestado el dinero no contendrá "ningún elemento de subvención".
Ello, unido a la implicación segura del FMI, proporciona una pista sobre los términos en los que los europeos concederían la ayuda financiera.
No podrán ser muy diferentes a los que establece el FMI en sus intervenciones a medio plazo en solitario, según los expertos.
Últimamente, el Tesoro griego ha de ofrecer a los inversores intereses superiores al 7% para colocar sus obligaciones a diez años, lo que supone un récord histórico desde la adhesión del país al euro y una penalización que pone en riesgo el éxito de su duro ajuste presupuestario.
Si el Gobierno griego solicitara la ayuda en las próximas horas o días, la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE) tendrían que evaluar la situación para cerciorarse, en primer lugar, de que existe un plan de ahorro viable que genere superávit suficiente como para devolver el dinero a los socios en un plazo razonable.
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