Este artículo se publicó hace 16 años.
Minorías sexuales chilenas salen a la calle, donde besarse es aún un delito
Más de 5.000 personas, según la policía chilena, desfilaron hoy por las calles de Santiago para denunciar la discriminación que los homosexuales y transexuales sufren en el país, donde para ellos besarse en la calle aún es un delito.
Diez años después de la primera Marcha del Orgullo celebrada en Santiago, a la que sólo asistieron 200 personas, el Movimiento Unificado de Minorías Sexuales (Mums) y Acción Gay organizaron este desfile, en el que no se logró alcanzar la cifra de 15.000 participantes del año pasado, según cifras oficiales.
Gays, lesbianas, bisexuales, travestis y transexuales realizaron un pintoresco desfile con carros alegóricos provistos de pancartas desde la tradicional plaza Italia hasta la explanada situada frente al Palacio de La Moneda, donde se leyó un comunicado en el que exigieron igualdad de derechos y oportunidades.
"Aquí no hay avances, más bien retrocesos desde el punto de vista de la política pública", declaró a Efe Marcos Becerra, presidente de Acción Gay, quien indicó que las minorías sexuales "no tienen la posibilidad de legalizar sus uniones" y están sometidas al "maltrato en los medios de comunicación".
En la marcha, que transcurrió sin incidentes, los participantes reclamaron además una Ley contra Discriminación que mejore la actual propuesta del Gobierno y la derogación del artículo 373 del Código Penal, que prohíbe que los homosexuales se besen en la calle al sancionar a quienes "ofendieren el pudor o las buenas costumbres".
Centenares de personas, en su gran mayoría jóvenes, algunos ataviados con vistosos disfraces, portaron lienzos en los que se podían leer leyendas tales como "esto no es un pecado ni es un error" o "no quiero machismo ni feminismo, sólo individuos libres de roles sociales".
La Marcha del Orgullo se celebra este mes en Chile para conmemorar el incendio de una discoteca de ambiente homosexual en Valparaíso, a 120 kilómetros al oeste de la capital, en la que el 4 de septiembre de 1993 murieron 16 personas y unas 30 resultaron heridas.
La investigación judicial para esclarecer lo ocurrido aún continúa abierta a la espera de efectuar más diligencias que permitan determinar si el accidente se debió a un fallo eléctrico o fue un acto intencionado, explicó a Efe el presidente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), Rolando Jiménez.
Los homosexuales y transexuales marcharon por primera vez en Chile en marzo de 1992, acompañando a las organizaciones de derechos humanos en el primer aniversario de la entrega del Informe de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, conocido como Informe Rettig.
Según un estudio de Movilh presentado en febrero, las denuncias por discriminación contra las minorías sexuales aumentaron en Chile un 16 por ciento en 2007 hasta sumar un total de 57 casos de discriminación, en especial en situaciones vinculadas con las Fuerzas Armadas y la Iglesia Católica.
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