Este artículo se publicó hace 13 años.
Misas, ceremonias y manifestaciones recuerdan a las víctimas de la tragedia
Miles de chilenos conmemoraron hoy con misas, ceremonias simbólicas y manifestaciones a lo largo del país el quinto terremoto más grande la historia, que hace un año dejó 523 muertos, 25 desaparecidos y 800.000 damnificados.
En Cobquecura, la localidad del litoral central donde se situó el epicentro del seísmo, el presidente Sebastián Piñera encabezó una ceremonia en la que aseguró que el Gobierno no se ha olvidado de los damnificados "ni por un sólo segundo".
"Hemos avanzado mucho en la reconstrucción y eso lo saben todas las personas de buena voluntad", enfatizó el mandatario, quien en alusión implícita a la oposición -que rehusó asistir a los actos oficiales de conmemoración- dijo que "hoy día son tiempos de unidad y no de división, de grandeza y no de pequeñeces".
Tras recordar el rescate en octubre pasado de los 33 mineros atrapados en una explotación del norte del país, el gobernante señaló que "las cosas siempre pueden hacerse mejor".
"Pero quiero que todos los compatriotas tengan presente -recalcó- que nuestro país ha hecho todo lo humanamente posible para reconstruir" los destrozos causados por el cataclismo.
En Dichato, un balneario que quedó barrido por una ola gigantesca tras el terremoto, un centenar de personas con velas en las manos entonaron el himno nacional de Chile y muchos rompieron a llorar cuando el reloj marcó las 3:34 horas (6:34 GMT), hora en que la tierra comenzó a temblar.
Esta localidad, que hasta el terremoto era un pujante centro turístico y hoy es un pueblo fantasma, fue el lugar escogido por la opositora Concertación para recordar a las víctimas.
El presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, salió al paso de las críticas gubernamentales y declaró a Radio Cooperativa que Piñera debe reconocer que la oposición hizo gala de la "máxima colaboración" para aprobar las leyes necesarias para la reconstrucción.
"Sería absolutamente injusto" que el presidente acusase a la Concertación de hacer obstruccionismo, agregó.
En su visita la tarde del sábado a la localidad de Curanipe, Piñera salió al paso de las criticas por la lentitud en los trabajos de reconstrucción, aunque reconoció que aún queda camino por recorrer.
"Algunos creen que este es un problema entre el gobierno y la oposición. Pero el adversario del gobierno no es la oposición, el verdadero adversario es la pobreza, la falta de trabajo, y el desafío es la reconstrucción", señaló.
En declaraciones a un canal de televisión local, el mandatario admitió que todavía hay 130.000 sin vivienda definitiva, pero se comprometió a solucionar el problema antes de mediados del año que viene.
En medio de la conmemoración también hubo espacio para las críticas por el modo en que el gobierno de Sebastian Piñera ha acometido la reconstrucción de las zonas devastadas.
En Concepción, unas 3.000 personas vestidas con ropa negra y portando banderas del mismo color recorrieron la tarde del sábado el centro de la ciudad para protestar por el retraso en la construcción de las viviendas destruidas por el cataclismo.
Los damnificados de los pueblos del litoral central se oponen a que las autoridades expropien sus terrenos y les prohíban, por motivos de seguridad, la reconstrucción de las viviendas cerca del litoral.
También critican el retraso en la adopción de soluciones y la falta de participación en la toma de decisiones, y temen que los terrenos sean vendidos a empresas constructoras, para lucrativos negocios inmobiliarios, mientras ellos son alojados en pequeños departamentos.
En Constitución también hubo una marcha de protesta convocada por asociaciones de vecinos y organizaciones sociales que reunió a unas 300 personas que protestaron por la lentitud en la reconstrucción según informa "El Mercurio" en su versión digital.
En esa localidad tuvo lugar esta noche una vigilia en la isla Orrego, situada en la desembocadura del río Maule, para recordar al centenar de personas que fallecieron a causa del tsunami.
El alcalde del pueblo, Hugo Tillería, recordó que el terremoto fue "la peor catástrofe en la historia de Constitución", e hizo un llamamiento a la unidad para "levantar de nuevo el pueblo".
Varios parlamentarios opositores y el gobernador del Maule, Rodrigo Galilea, acompañaron al alcalde en una ceremonia en recuerdo del capitán de bomberos Carlos Seibt, de 29 años, quien murió esa noche durante las tareas de rescate.
En Lebu, otra de las localidades arrasadas por el tsunami de hace un año, un grupo de fieles evangélicos organizó una caravana que recorrió distintos puntos de la ciudad para predicar y recordar a las víctimas de la tragedia.
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