Misiles made in Catalonia

¿Pueden estar fabricando componentes para misiles o para aviones de uso militar al lado de mi caso sin saberlo yo? ¿Y puede que las empresas que lo hacen reciban ayudas públicas? La respuesta del coordinador del Centro de Estudios para la Paz J.M. Delàs, Pere Ortega, en los dos casos es que sí. Ortega denunció ayer en un informe el impulso y financiación de las industrias armamentísticas instaladas en Catalunya por parte de la Generalitat y de otras administraciones catalanas.

Pere Ortega señaló que a partir de la entrada del gobierno tripartito en 2003, Catalunya experimentó una fuerte apuesta por el impulso del sector aeronáutico, que en todos los casos recoge la doble vertiente de fabricación civil y militar.

Según recoge el informe, bajo el nombre de "Industria de armas en Catalunya. De los trabucos a la aeronáutica" (Cuadernos para la Solidaridad), "las ayudas en I+D a partir del año 2004 se multiplican si los comparamos con los siete años anteriores (1997-2003), lo que prueba este impulso".De ese modo, las ayudas económicas de la Secretaría de Industria y Energía y del Centro de Investigación y Desarrollo de la Empresa (CIDEM) de la Generalitat a empresas con producción militar han pasado de 63.648 euros en 2003 a 2.133.879 en 2006.

Avión no tripulado

Entre las empresas que el informe apunta como industrias con producción militar situadas en Catalunya destacan GTD, CIMSA, Serra Soldadura, Mier Comunicaciones, Sener Grupo de Ingeniería e INDRA, todas ellas subvencionadas por el gobierno catalán.

El también historiador explicó que el último proyecto armamentístico de la Generalitat es "el desarrollo de un avión no tripulado, que nos han vendido que tendrá un uso civil y militar, pero es mentira, porque sólo se utiliza en situación de conflicto armado"."Si en estos momentos Europa no tiene ningún enemigo por el aire -señaló-, los aviones destinados exclusivamente a este uso son inútiles, ineficaces y parasitarios para el Estado".

Crisis de EADS

Ortega manifestó que otro de los motivos de la denuncia es la situación deficitaria de este sector en España y en la corporación industrial aeronáutica europea EADS, que en 2006 vio cómo sus acciones caían un 27% al no cumplirse los términos de entrega del Airbus A-380. Para el autor del informe "hoy en día, EADS está sumergido en una crisis profunda por la gran corrupción de la cúpula directiva".

Según Ortega "hay que desenmascarar las empresas y entidades financieras que se encuentran detrás de un sector que produce artefactos para la guerra, y hay que pedir responsabilidades a las administraciones por las ayudas con dinero público". Ante esta situación, Pere Ortega demanda que las subvenciones de las administraciones públicas a las corporaciones aeronáuticas incluyan un cláusula para que las aportaciones económicas no se destinen a desarrollo militar.

La publicación se remonta también a los orígenes de esta industria en Catalunya, donde en el siglo XVIII fue un sector muy potente, y se fabricaban, por ejemplo, trabucos.